FELIPE

el apóstol Mat 10:3; Mar 3:18; Luk 6:14; Act 1:13.
Joh 1:43 Jesús .. halló a F, y le dijo: Sígueme
Joh 12:21 se acercaron a F, que era de Betsaida
Joh 14:8 f le dijo: Señor, muéstranos el Padre
Joh 14:9 tanto tiempo .. y no me has conocido, F?


Felipe (gr. Fí­lippos, “amante de [aficionado a] los caballos”; nombre frecuente entre los gr.). 1. Felipe el apóstol. Uno de los Doce (Mar 3:18), originario de Betsaida, el hogar de Pedro y de Andrés (Joh 1:44). Estuvo entre los primeros en ser atraí­do a Jesús como el Mesí­as (vs 43, 44), y quien trajo a Natanael a Cristo (vs 45-51). Un año y medio más tarde, Felipe y otros 11 recibieron la ordenación como apóstoles (Mar 3:13-19). Seis meses después, en ocasión del milagro de la alimentación de los 5.000, Jesús le hizo una pregunta para probar su fe: “¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?” (Joh 6:5). La estimación de Felipe de la cantidad necesaria para que cada uno tuviera “un poco” enfatiza la magnitud del milagro de los panes y los peces (vs 6, 7). El nombre de Felipe no aparece más en los Evangelios hasta el martes de la semana de la pasión, cuando un grupo de prosélitos griegos que habí­an venido a Jerusalén para asistir a la Pascua se acercaron a él pidiéndole una entrevista con Jesús (12:20, 21), Felipe primero conversó con Andrés, y luego fueron juntos a presentar el pedido a Cristo (vs 21, 22). Al final de la última cena, cuando Jesús habló de su relación í­ntima con el Padre, Felipe pidió: “Señor, muéstranos el Padre, y nos basta” (14:8). En respuesta, Jesús destacó la unidad esencial de carácter y propósito que motivan al Padre y al Hijo (vs 9, 10). Por último, Felipe está entre los apóstoles que se encontraron en el aposento alto después de la resurrección, antes de Pentecostés (Act 1:13; última referencia segura que tenemos de él en la Biblia). Según una tradición, murió de vejez; según otra, crucificado. 2. Felipe el evangelista. Uno de los 7 hombres elegidos por la iglesia de Jerusalén para atender a las viudas judí­as helenistas que estaban siendo descuidadas en la distribución diaria de los alimentos, que se realizaba en armoní­a con el sistema comunitario que adoptó la nueva iglesia (Act 6:1-6; cf 4:32, 34, 35). Antes de esa elección no se dice nada acerca de él, 447 aunque la tradición afirma que, junto con Esteban, fue uno de los 70 (Luk 10:1, 7). De acuerdo con los requisitos establecidos para los 7, era un hombre de “buen testimonio, lleno del Espí­ritu Santo y de sabidurí­a” (Act 6:3). Después del apedreamiento de Esteban, cuando los creyentes se vieron obligados a irse de Jerusalén (Act 8:2, 4), Felipe fue a Samaria, donde predicó de Cristo. Su predicación estuvo acompañada de sanamientos milagrosos y la expulsión de demonios de modo que hubo “gran gozo en aquella ciudad” (Act 8:5-8). Esto atrajo a Simón el mago (vs 9-11). Impresionado por lo que vio, se convenció del poder superior de Aquel a quien Felipe serví­a, y aceptó el bautismo (v 13). Hechos posteriores mostraron que su conversión fue sólo intelectual y parcial (vs 18-24). Más tarde, un ángel ordenó a Felipe que fuera al sur, al camino que va de Jerusalén a Gaza (v 26). Al obedecer las instrucciones vio a un eunuco etí­ope, el tesorero real de la reina de Etiopí­a, que vení­a de Jerusalén en un carro y leí­a en un rollo de Isaí­as. El Espí­ritu le ordeno que se acercara al carro, y Felipe descubrió que el eunuco no comprendí­a el pasaje que estaba leyendo. Invitado a subir al carro para explicarle la profecí­a, le mostró que el pasaje señalaba a Cristo. El viajero, convencido y convertido, pidió y recibió el bautismo, que le administró Felipe (vs 27-38). Inmediatamente después, “el Espí­ritu del Señor arrebató a Felipe” (v 39), quien “se encontró en Azoto” (v 40), cerca de la costa, y posiblemente a unos 20 ó 25 km del lugar del encuentro. De Azoto, Felipe fue a varias ciudades predicando, hasta que llegó a Cesarea (v 40). Años más tarde, Pablo, en su camino a Jerusalén hacia el final de su 3er viaje misionero, se hospedó en esa ciudad en casa de Felipe. Lucas informa que “tení­a cuatro hijas doncellas que profetizaban” (21:8, 9). Es posible que estableciera su hogar en Cesarea, para continuar predicando en las ciudades vecinas. 3. Felipe el tetrarca. Hijo de Herodes el Grande. Véase Herodes 4. 4. Felipe, el esposo de Herodí­as; Otro hijo de Herodes el Grande. Véase Herodes 5.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

nombre de varón. 1. Natural de Betsaida, de donde eran también Pedro y Andrés, uno de los primeros discí­pulos de Jesús a quien éste encontró y le dijo: †œsí­gueme†, Jn 1, 43. F. se encontró con Natanael, tal vez el mismo Bartolomé, a quien habló y le dio testimonio de Jesús como aquél de quien escribieron Moisés y los Profetas, el hijo de José, el de Nazaret. Natanael le preguntó si algo bueno podí­a haber allí­. F., sólo dijo: †œVe y lo verás†, Jn 1, 45-51.

Cuando Jesús se despedí­a de sus discí­pulos antes de la pasión, y les hablaba del Padre, F. le pidió que les mostrara al Padre. Jesús, entonces, le respondió: †œ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, F.? El que me ha visto a mí­, ha visto al Padre†, Jn 14, 8-9. A F. Acudieron unos griegos, que habí­an ido a Jerusalén a adorar, para que los llevara a ver a Jesús, Jn 12, 20-22. F. aparece en el quinto lugar en las listas de los doce apóstoles que dan los evangelistas, Mt 10, 3; Mc 3, 1619; Lc 6, 14; así­ como en Hch 1, 13. 2. Uno de los siete elegidos por la asamblea de los discí­pulos, convocada por los Doce, para ayudar en el servicio a los fieles, †œdiáconos†, en la primitiva comunidad cristiana de Jerusalén, Hch 6, 5. Tras la lapidación de Esteban, quien también era de los siete, Hch 7, 57-60, F. se marchó a Samarí­a a predicar, donde habí­a un mago, Simón, quien por sus artes mágicas tení­a muchos seguidores. F., con su palabra y los milagros que allí­ obró, los convirtió y los bautizó, incluido Simón, quien desde entonces no se apartaba de él, Hch 8, 4-13. El íngel del Señor envió a F. por el camino que baja de Jerusalén a Gaza, donde se topó con un eunuco de la reina de Etiopí­a, quien iba leyendo en el libro de Isaí­as el pasaje que habla del Siervo: †œllevado como una oveja al matadero†, Is 53, 7-8.

El eunuco preguntó a F. a quién se referí­a el profeta en el texto y el apóstol, a partir del pasaje del A. T., le anunció la Palabra y el servidor de Candace se convirtió y se bautizó, tras lo cual F. fue arrebatado por el Espí­ritu del Señor a Azoto, donde evangelizó hasta Cesarea, Hch 8, 26-40. F. se estableció en Cesarea con sus †œcuatro hijas ví­rgenes que profetizaban†, Hch 21, 8-9.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(amante de los caballos).

1- Apóstol, nacido en Betsaida, como Andrés y Pedro, Mat 10:3.

– Era discí­pulo del Bautista, Jua 1:43
– Llevó a Natanael al Senor, Jua 1:45.

– Jesús probo su fe antes del milagro de los 5.000, Jua 6:5-6.

– Llevó unos griegos a Jesús, Jua 12:20.

– Pidió ver al Padre, Jua 14:8-12.

– Estuvo en Pentecostés, Hec 1:13.

– Predicó en Frigia, murió mártir en tiempo de Domiciano, y fue sepultado en Hierápolis.

2- Felipe, diácono evangelista.

– Uno de los 7 diáconos, Hec 6:5.

– Predicó en Samaria, Hech.8,: – Convirtió a un eunuco etí­ope, Hec 8:26-40, : – Pablo paró en su casa, tení­a 4 hijas que eran profetisas, Hec 21:8-9.

3- Rey de Macedonia, padre de Alejandro Magno, 1Ma 1:1.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

(Amante de caballos). Nombre de personas del NT.

1. Uno de los doce apóstoles (Mat 10:3; Mar 3:18; Luc 6:14). Fue uno de los primeros discí­pulos del Señor Jesús, a quien conoció †œel siguiente dí­a† del bautismo de éste por †¢Juan el Bautista. Inmediatamente †œF. halló a Natanael†, a quien testificó sobre el Cristo (Jua 1:43-45). Estuvo presente en el milagro de la alimentación de cinco mil personas. Antes Jesús le habí­a preguntado: †œ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?† (Jua 6:5). †œF. era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro† (Jua 1:44). En esa región habí­a muchos griegos o judí­os helenizados, lo cual probablemente motivó que †œciertos griegos entre los que habí­an subido a adorar en la fiesta…. se acercaron a F….. y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús† (Jua 12:20-22). Cuando Cristo dijo que era†œ el camino, y la verdad, y la vida† y que nadie vendrí­a al Padre si no era por él, F. contestó: †œSeñor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, F.?† (Jua 14:6-9). Participó en la elección del sustituto de Judas (Hch 1:13). No se conoce la vida posterior de F. Una tradición dice que falleció de muerte natural en Hierápolis. Otros dicen que fue crucificado.

. Hijo de †¢Herodes el Grande. Su madre se llamó Mariana. Fue el primer esposo de †¢Herodí­as. ésta le abandonó para vivir con †¢Herodes Antipas, que era hermano de F. (Mat 14:3; Luc 3:19). Según Josefo, aunque F. estaba en la lí­nea de sucesión, su padre lo dejó fuera en su testamento y vivió como persona privada en Roma.

. Hijo de Herodes el Grande y Cleopatra de Jerusalén. Cuando Juan el Bautista comenzó su ministerio F. era †œtetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite† (Luc 3:1). Casó con Salomé, la hija de Herodí­as. †œLa región de Cesarea de Filipo† (Mat 16:13) se llamaba así­ porque F. construyó una ciudad que llamó †¢Cesarea en honor del César. Se le decí­a †œde Filipo† para que no se confundiera con la otra Cesarea en la ribera del Mediterráneo. F. gobernó unos treinta y siete años (del 4 a.C. al 34 d. C.).

. El evangelista. Uno de los †œsiete varones de buen testimonio, llenos del Espí­ritu Santo y de sabidurí­a† seleccionados †œpara servir a las mesas† en el principio de la comunidad cristiana (Hch 6:2-5). Tras la muerte de Esteban †œlos que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio…. F., descendiendo a…. Samaria, les predicaba a Cristo†. Muchos se convirtieron, entre ellos †¢Simón el mago, que †œestaba siempre con F.† y quiso luego comprar †œel don de Dios† (Hch 8:4-20). †œUn ángel del Señor habló a F.† y le dirigió al desierto †œpor el camino que desciende de Jerusalén a Gaza†, donde encontró al †¢eunuco etí­ope, a quien predicó y bautizó (Hch 8:26-40). F. predicó en †¢Azoto (Asdod) y Cesarea (Hch 8:40). En esta última ciudad Pablo cuando iba de camino a Jerusalén †œentrando en casa de F. el evangelista, que era uno de los siete†, posó con él. F. tení­a †œcuatro hijas doncellas que profetizaban† (Hch 21:8-9).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, APOS BIOG HOMB HONT

vet, “amador de los caballos”. (a) Uno de los 12 apóstoles: era natural de Betsaida, a orillas del mar de Galilea. Convertido en discí­pulo de Jesús, Felipe lo llevó a Natanael, que reconoció a Jesús como el Mesí­as (Jn. 1:28, 43-49). Un año después, el Señor eligió a Felipe como apóstol. Cuando iba a efectuar el milagro de la multiplicación de los panes, puso a Felipe a prueba, preguntándole: “¿De dónde compraremos pan para que coman estos?” (Jn. 6:5, 6). El dí­a de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén algunos griegos deseaban ver a Jesús, y se dirigieron a Felipe (Jn. 12:20- 23). No comprendiendo que era por la presencia de Cristo que los discí­pulos tení­an relación con el Padre dijo: “Señor muéstranos el Padre y nos basta” (Jn. 14:8-12). Después de la resurrección se halla entre los apóstoles reunidos en el aposento alto (Hch. 1:13). Esta es la última mención que se tiene de él. Los testimonios posteriores de la tradición son inciertos. (b) El evangelista. Uno de los siete varones de buena reputación, llenos del Espí­ritu Santo y de sabidurí­a, elegidos para administrar el socorro a las viudas judí­as de habla griega y a los pobres de la iglesia de Jerusalén. El nombre de Felipe se halla a continuación del de Esteban (Hch. 6:3-6), la muerte del cual fue la señal de partida de las persecuciones que dispersaron a los cristianos. Felipe evangelizó Samaria, efectuando milagros, logrando la conversión de muchos (Hch. 8:4-8; 21:8), y confundiendo a Simón el Mago (Hch. 8:9-25). Un ángel ordenó a Felipe que siguiera el camino que llevaba de Jerusalén a Gaza. Obedeciendo, encontró al eunuco etí­ope, hablándole de Cristo y bautizándole (Hch. 8:26-39). A continuación, Felipe evangelizó Azoto (Asdod) y las ciudades de la región, hasta Cesarea (Hch. 8:40), donde moraba cuando Pablo pasó por allí­ para ir a Jerusalén por última vez. El evangelista tení­a cuatro hijas ví­rgenes que profetizaban (Hch. 21:8, 9). (c) Hijo de Herodes el Grande y Mariamne, se casó con Herodí­as, la cual le abandonó para irse a vivir con su hermano, Herodes Antipas (Mt. 14:3; Mr. 6:17; Lc. 3:19). (d) Otro hijo de Herodes el Grande y Cleopatra de Jerusalén, fue tetrarca de Iturea y de Traconite (Lc. 3:1), y fundador de Cesarea de Filipos (Mt. 16:13; Mr. 8:27).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

DJN
 
Es un miembro de los doce que, como la mayorí­a de ellos, figura únicamente en las listas que nos ofrecen los sinópticos (Mc 3,14-18 y par, además de Hch 1,13-14). Esta total ausencia de información se halla contrapesada por la importancia que tiene en el cuarto evangelio y su conexión con el libro de los Hechos:

– Es el único al que llama Jesús con las palabras tradicionales de vocación: “sí­gueme” (Jn 1,43).

– Por dos veces se afirma su lugar de origen, era de Betsaida (Jn 1,43; 12,21). ¿No hubiese bastado con una?
– Jesús se dirige a él para preguntarle cómo solucionar el problema de la muchedumbre hambrienta (Jn 6,5-6; en este contexto aparece, por primera vez, en conexión con Andrés).
– Los griegos que habí­an subido a la fiesta de la pascua última de Jesús se dirigen a Felipe para que les presente a Jesús (Jn 12,21-22; en este texto se nos ofrece su segunda conexión con Andrés).

– Felipe pide a Jesús que les muestre al Padre (Jn 14,8-9).

– En el libro de los Hechos es presentado como el fundador de la comunidad de Samaria (Hch 8,4-8). Es el único de entre los apóstoles llamado “el evangelista”, y se nos dice que tení­a “cuatro hijas ví­rgenes que profetizaban” (Hch 21,8-9).

Creemos que la importancia grande de Felipe en el evangelio de Juan debe explicarse teniendo en cuenta las noticias del libro de los Hechos. Cierto que en este libro es considerado como uno de los diáconos. Y lo es, pero en el mismo sentido que fue diácono Jesús y los apóstoles: anunciadores-servidores de la palabra. Felipe el apóstol y Felipe el diácono son la misma persona.

Felipe con Andrés (y otros misioneros anónimos) llevaron el pan de vida, el evangelio, a los griegos (Jn 6,5-6; 12,21-22). Puesto que la montaña no vení­a a ellos se fueron ellos a la montaña. Y en ese mundo -simplemente más allá de las fronteras judí­as- se encontraron con otros “mediadores” entre Dios y los hombres, como Simón Mago (Hch 8,9-11). Este hecho es el que provoca la petición hecha por Felipe a Jesús (Jn 14,8-9). No por su ignorancia. Todos se hallaban al mismo nivel, sino para provocar las palabras de Jesús que afirma: “el único Mediador soy yo”.

Felipe y Andrés pertenecí­an al mismo grupo de Esteban, liberales y liberadores de la Ley. Por eso fue eliminado Esteban. Los que pensaban como él tuvieron que pasar la frontera y con ellos la pasó el evangelio. Son los fundadores de la primera comunidad cristiana fuera de Judea. De ahí­ la insistencia en su origen. Cierto que Pedro era del mismo pueblo, pero él se habí­a aferrado a Jerusalem. Téngase en cuenta que Betsaida, llamada de Galilea, anteriormente habí­a pertenecido a Aquilene. Eran, por tanto, así­ como los primeros misioneros del “clero indí­gena”, es decir, griegos anunciadores del evangelio a los griegos.

F. Ramos

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

(significa: †œAficionado a los Caballos; Amante de los Caballos†).

1. Uno de los primeros discí­pulos que estuvo entre los doce apóstoles de Jesucristo. En los relatos de Mateo, Marcos y Lucas, a Felipe solo se le menciona por nombre en las listas de los apóstoles. (Mt 10:3; Mr 3:18; Lu 6:14.) El relato de Juan es el único que da alguna información detallada sobre él.
Felipe era de la misma ciudad que Pedro y Andrés, a saber, Betsaida, en la orilla N. del mar de Galilea. Cuando oyó la invitación de Jesús: †œSé mi seguidor†, actuó de manera muy parecida a como lo habí­a hecho Andrés el dí­a antes. Andrés habí­a buscado a su hermano Simón Pedro y lo habí­a llevado a Jesús; luego Felipe hizo lo mismo con Natanael (Bartolomé), diciendo: †œHemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret. […] Ven y ve†. (Jn 1:40, 41, 43-49.) La declaración de que †œJesús halló a Felipe† puede indicar que ya se conocí­an, como también las palabras de Felipe a Natanael, pues Felipe dio el nombre de Jesús, de su familia y hasta mencionó su residencia. No se dice si existí­a alguna relación entre Felipe y Natanael (Bartolomé) aparte de la amistad, pero por lo general se les coloca juntos en las listas bí­blicas, a excepción de en Hechos 1:13.
Con motivo de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén cinco dí­as antes de la Pascua del año 33 E.C. (Mr 11:7-11), algunos griegos quisieron ver a Jesús, y le pidieron a Felipe que los presentase. Quizás se dirigieron a él atraí­dos por su nombre griego, o simplemente porque fue el primero a quien pudieron preguntar. De todas formas, Felipe no se sintió con autoridad de satisfacer la petición de estos griegos (quizás prosélitos), por lo que consultó primero a Andrés, con quien se le menciona en otras partes (Jn 6:7, 8) y quien tal vez tuviese una relación más estrecha con Jesús. (Compárese con Mr 13:3.) Juntos, y sin llevar consigo a los griegos, presentaron la petición a Jesús para que él decidiera. (Jn 12:20-22.) Esta actitud prudente y algo cautelosa se refleja en la respuesta que dio a la pregunta de Jesús sobre alimentar a la multitud, e incluso en su petición (hecha después de las preguntas bastante directas de Pedro y Tomás): †œSeñor, muéstranos al Padre, y nos basta†. (Jn 6:5-7; 13:36, 37; 14:5-9.) Su tacto en el trato contrasta con la manera de ser de Pedro, directa y brusca, y por lo tanto los breves relatos en los que se menciona a Felipe dejan entrever la variedad de personalidades de los apóstoles que Jesús escogió.
Debido a su estrecha relación con Natanael (Bartolomé) y con los hijos de Zebedeo, es posible que Felipe fuese uno de los dos discí­pulos a quienes no se identifica y que estaban en la orilla del mar de Galilea cuando el resucitado Jesús se apareció. (Jn 21:2.)

2. Evangelizador y misionero del primer siglo. Junto con Esteban, estaba entre los siete †œvarones acreditados […], llenos de espí­ritu y de sabidurí­a†, escogidos para la distribución diaria e imparcial de alimento entre los cristianos de habla griega y hebrea de Jerusalén. (Hch 6:1-6.) El relato de la actividad de Felipe (como también de la de Esteban) después que terminó este servicio especial confirma el talante espiritual de los hombres que formaban este cuerpo administrativo escogido, pues Felipe hizo un trabajo similar al que más tarde efectuó el apóstol Pablo, aunque de un alcance más limitado.
Cuando la persecución esparció a todos los discí­pulos salvo a los apóstoles, que permanecieron en Jerusalén, Felipe fue a Samaria, donde declaró las buenas nuevas del Reino y, con el poder milagroso del espí­ritu santo, expulsó demonios y curó a cojos y paralí­ticos. Llenos de gozo, muchos aceptaron el mensaje y se bautizaron, incluso cierto Simón que habí­a practicado artes mágicas. (Hch 8:4-13.) De modo que cuando los apóstoles †œoyeron que Samaria habí­a aceptado la palabra de Dios, les despacharon a Pedro y a Juan† para que estos creyentes bautizados pudieran recibir el don gratuito del espí­ritu santo. (Hch 8:14-17.)
A continuación el espí­ritu de Jehová condujo a Felipe para encontrarse con el eunuco etí­ope en el camino a Gaza, y allí­, en poco tiempo, este †œhombre en poder bajo Candace reina de los etí­opes† puso fe en Jesús y pidió a Felipe que lo bautizase. (Hch 8:26-38.) Desde allí­ se dirigió a Asdod y a Cesarea, †œdeclarando las buenas nuevas a todas las ciudades† a lo largo del camino. (Hch 8:39, 40.) Estos breves relatos ilustran la obra de un †œevangelizador†. (Hch 21:8.)
Unos veinte años después, se halla a Felipe aún activo en el ministerio en Cesarea, encrucijada internacional, y conocido todaví­a por haber sido †œuno de los siete hombres† seleccionados por los apóstoles. Como informa Lucas, cuando él y Pablo se alojaron en la casa de Felipe por un tiempo, sobre el año 56 E.C., †œeste [Felipe] tení­a cuatro hijas, ví­rgenes, que profetizaban†. (Hch 21:8-10.) El hecho de que las cuatro hijas fuesen de una edad suficiente como para profetizar puede indicar que Felipe ya era un hombre casado cuando comenzó su actividad.

Fuente: Diccionario de la Biblia

(gr. filippos, ‘aficionado a caballos’). Los escritores del NT conocen cuatro personajes con este nombre.

1. Un hijo de Herodes el Grande y Mariamne, hija de Simón el sumo sacerdote. Por un tiempo figuraba como heredero a la sucesión después de Antípater (Jos., Ant, 17.53), pero este arreglo fue revocado por testamentos posteriores, y vivió como ciudadano común. A. H. M. Jones (The Herods of Judaea, 1938, p.176n.) afirma que su nombre era Herodes, no Felipe. (Jos., Ant. 18.137, lo llama *Herodes, pero eran tantos los miembros de la familia herodiana que llevaban este nombre que se hacía casi obligatorio tener un nombre adicional.) Su mujer *Herodias, madre de Salomé, lo abandonó con el fin de juntarse con Herodes Antipas, su medio hermano (Mt. 14.3; Mr. 6.17; Lc. 3.19).

2. Un hijo de Herodes el Grande y su quinta esposa, Cleopatra de Jerusalén; Jos., Ant. 17.21, dice que se crió en Roma. Cuando Augusto arregló el testamento de Herodes a Felipe se le concedió la tetrarquía de Gaulanítida, Traconite (Traconítida), Auranítida, Batanea (Jos.), e Iturea (Lc. 3.1). Gobernó durante 37 años hasta su muerte en el invierno del 33/34 d.C., y se diferenció de sus parientes por la moderación y la justicia que imperaron en su gobierno (Jos., Ant. 18.106). Cuando murió, el territorio fue incorporado a la provincia de Siria hasta el 37 d.C., cuando el emperador Cayo Calígula se lo otorgó a Agripa (el Herodes de Hch. 12.1, 19–23), hijo de Aristóbulo y nieto de Herodes y Mariamne. Felipe reedificó a Panias (la actual Banias) con el nombre de Cesarea de Filipo (Mt. 16.13; Mr. 8.27) y Betsaida Julias (Jos., Ant.18. 28; GJ 2.168), ambos nombres que reflejan sus simpatías prorromanas. Fue el primer príncipe judio que imprimió la cabeza de los emperadores romanos en sus monedas. Se casó con Salomé, hija de *Herodías, pero no tuvo hijos (Jos., Ant. 18.137).

3. Felipe el apóstol fue llamado a seguir a Jesús al día siguiente de aquel en el cual fueron llamados Andrés y Simón, y sirvió de instrumento para que Natanael acudiera a él (Jn. 1.43–46). Su hogar estaba en *Betsaida (Jn. 1.44): esta era la Betsaida de Galilea (Jn. 12.21), la ciudad natal de Andrés y Simón, y se piensa que era una aldea de pescadores en la ribera occ. del lago. En las listas de los apóstoles en Mt. 10.3; Mr. 3.14; Lc. 6.14 aparece en quinto lugar, con Bartolomé en el sexto; Hch. 1.13 lo coloca en el quinto lugar, pero ubica a Tomás en el sexto. Las únicas referencias adicionales a él en el NT cuentan que no pudo sugerir a Jesús cómo proporcionar alimento para los cinco mil (Jn. 6.5), que acercó a los griegos a Jesús (Jn. 12.21s), y que pidió a Jesús que pudiera ver al Padre (Jn. 14.8). Papías 2.4 se refiere a él como uno de los integrantes del presbyteroi (véase inf. para mayor información).

A dos de los miembros de la familia de Herodes, según el NT, se les dio el nombre Felipe. Árbol genealógico simplificado.

4. Felipe fue uno de los “siete” que fueron elegidos para ocupar cargos (los primeros *“diáconos”) en la iglesia de Jerusalén (Hch. 6.5). Cuando la persecución de la iglesia que siguió al martirio de Esteban, llevó el evangelio a Samaria, donde su ministerio fue muy bendecido (Hch. 8.5–13), y posteriormente fue enviado hacia el S, a la carretera que unía Jerusalén con Gaza, para conducir a Cristo al eunuco etíope (Hch. 8.26–38). Después de este incidente el Espíritu lo trasladó a Azoto, la Asdod filistea, y desde allí llevó a cabo un ministerio itinerante hasta llegar al puerto de Cesarea (Hch. 8.39–40), donde parece haberse establecido (Hch. 21.8). Era conocido como “el evangelista”, presumiblemente para distinguirlo del apóstol (3, sup.), y tuvo cuatro hijas que eran profetisas (Hch. 21.9). Lucas se esfuerza aquí por distinguir al evangelista del apóstol. Dos veces Eusebio (HE 3.31; 5.24) dice que Polícrates se refiere a Felipe, “uno de los doce apóstoles”, y sus dos ancianas hijas vírgenes, diciendo que fueron sepultados en Hierápolis, mientras que otra hija fue enterrada en Éfeso. Tal vez esta última sea la que se menciona en 3.30 (citando a Clemente de Alejandría, que quizá usa el plural aquí en forma imprecisa) como que había sido dada en matrimonio. También se dice que Papías (HE 3.39) afirmó que “el apóstol Felipe” y sus hijas vivieron en Hierápolis, y que ellas le suministraron información. Una cita del Diálogo de Gayo y Proclo en Eus., HE 3.31, de que la tumba de Felipe y sus cuatro hijas profetisas puede verse en Hierápolis, seguida de una referencia a Hch. 21.8–9, demuestra que el historiador había confundido al apóstol y al evangelista. Es perfectamente natural suponer que tanto el apóstol como el evangelista tuviesen hijas, lo cual podría conducir a la confusión. Lightfoot (Colossians, pp. 45ss) probablemente tiene razón cuando sostiene que fue el apóstol el que murió en Hierápolis.

Los papiros encontrados en Nag Hammadi (* Quenoboskión) han revelado un Evangelio según Felipe apócrifo: véase R. McL., Wilson, The Gospel of Philip, 1962.

Bibliografía. J. A. Palacios, “Felipe”, °EBDM, t(t). III, cols. 505–507.

D.H.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico