LEALTAD

guardar fidelidad, el que no es capaz de traicionar. Dios es de lealtad y no de perfidia, es justo y recto, Dt 32, 4, sus caminos son justicia. Los que adoraban falsos í­dolos faltaban a la l., Jon 2, 9. En el N. T. la l. es la fidelidad en la que el cristiano puede confiar, 1 Co 1, 9.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

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Virtud de nobleza, franqueza, sinceridad y honradez en las palabras y en las relaciones con las personas, con las autoridades o con los grupos.

Como virtud cristiana y humana, es condicionante para vivir el mensaje evangélicos, pues no hay fe, sino hay fidelidad y no hay verdad si no ha lealtad.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

En las Escrituras Hebreas el adjetivo ja·sí­dh se utiliza con relación a alguien †œleal† o †œde bondad amorosa†. (Sl 18:25, nota.) El sustantivo jé·sedh se refiere a la bondad, pero aunque comprende la tierna consideración o bondad que se deriva del amor, va más allá. Es la bondad que se adhiere amorosamente a un objeto hasta que su propósito con relación a ese objeto se ha realizado. Esta es la clase de bondad que Dios muestra a sus siervos y que ellos le muestran a El. Por lo tanto, entra en el campo de la lealtad, una lealtad justa, devota y santa, por lo que se traduce †œbondad amorosa† y †œamor leal†. (Gé 20:13; 21:23; véase BONDAD.)
En las Escrituras Griegas el sustantivo ho·si·ó·tes y el adjetivo hó·si·os conllevan la idea de santidad, justicia, reverencia, devoción o piedad, la observancia cuidadosa de todos los deberes para con Dios. Supone una buena relación con Dios.
No parece que haya ninguna palabra española que exprese exacta y plenamente el significado de los términos correspondientes en hebreo y en griego, pero como †œlealtad† implica devoción y fidelidad cuando se usa con relación a Dios y su servicio, sirve para transmitir una idea parecida. La mejor manera de determinar el significado pleno de los términos bí­blicos en cuestión es examinar su uso en la Biblia.

La lealtad de Jehová. Como Jehová Dios, el Santí­simo, es justo, muestra incesante bondad a sus siervos e incluso trata con justicia y de modo coherente a sus enemigos, es confiable en grado sumo. De El se declara: †œGrandes y maravillosas son tus obras, Jehová Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad. ¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, porque solo tú eres leal?†. (Rev 15:3, 4.) La lealtad de Dios a la justicia y al derecho, así­ como el amor que le tiene a su pueblo, le mueven a dictar sentencia. Por ello, un ángel se sintió impulsado a decir: †œTú, Aquel que eres y que eras, el Leal, eres justo porque has dictado estas decisiones†. (Rev 16:5; compárese con Sl 145:17.)
Jehová es leal a sus pactos. (Dt 7:9.) Por causa del pacto con su amigo Abrahán, durante siglos tuvo gran paciencia con la nación de Israel y le mostró misericordia. (2Re 13:23) Por ello, mediante su profeta Jeremí­as hizo este llamamiento a Israel: †œ†˜De veras vuélvete, oh renegada Israel†™, es la expresión de Jehová. †˜No haré caer mi rostro airadamente sobre ustedes, porque soy leal†™†. (Jer 3:12.) Los que son leales a Jehová pueden confiar plenamente en El. David pidió la ayuda de Dios en oración y dijo: †œCon alguien leal tú actuarás en lealtad; con el poderoso, exento de falta, tratarás de un modo exento de falta†. (2Sa 22:26.) David hizo un llamamiento al pueblo y le pidió que se volviera del mal a fin de practicar el bien, †œporque Jehová es amador de la justicia, y no dejará a los que le son leales. Hasta tiempo indefinido ciertamente serán guardados†. (Sl 37:27, 28.)
Los que son leales a Jehová pueden confiar en que El está cerca y los ayudará hasta el mismo final de su proceder fiel, y pueden tener la plena seguridad de que los recordará en cualquier situación. El guarda su camino (Pr 2:8) y sus vidas o almas. (Sl 97:10.)

Jesucristo. Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, le fortaleció saber que Dios habí­a predicho de él, Su principal †œleal†, que no dejarí­a su alma en el Seol. (Sl 16:10.) En el dí­a del Pentecostés de 33 E.C. el apóstol Pedro aplicó esta profecí­a a Jesús, diciendo: †œ[David] vio de antemano y habló respecto a la resurrección del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción. A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos†. (Hch 2:25-28, 31, 32; compárese con Hch 13:32-37.) En un comentario sobre Hechos 2:27, The Expositor†™s Greek Testament dice que la palabra hebrea ja·sí­dh (usada en Sl 16:10) †œno solo aplica a alguien piadoso y devoto, sino también al que es objeto de la bondad de Jehovᆝ (edición de W. R. Nicoll, 1967, vol. 2).

Dios requiere lealtad. Jehová exige lealtad de sus siervos, que han de imitarle. (Ef 5:1.) El apóstol Pablo dice a los cristianos que †œdeben vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad†. (Ef 4:24.) Cuando Pablo recomienda la oración a la congregación, dice: †œPor lo tanto, deseo que en todo lugar los hombres se ocupen en orar, alzando manos leales, libres de ira y debates†. (1Ti 2:8.) La lealtad es una cualidad esencial que capacita a un varón para un puesto de superintendencia en la congregación de Dios. (Tit 1:8.)

Fuente: Diccionario de la Biblia