MILETO

Act 20:17; 2Ti 4:20.


Mileto (gr. Mí­l’tos, “rojo [escarlata]”). Pueblo en la costa de Caria en el Asia Menor, a unos 51 km al sur de Efeso, en la desembocadura del rí­o Meandro. Habí­a sufrido mucho a manos de los persas, pero se habí­a recuperado de sus desgracias cuando Pablo la visitó; llegó a ser un centro comercial de cierta importancia. Expediciones germanas excavaron extensamente el lugar. El Museo de Pérgamo en Berlí­n guarda la puerta reconstruida del mercado de Mileto, erigida originalmente en el s II a.C. Cuando regresaba a Jerusalén de su 3er viaje misionero, Pablo se detuvo en Mileto y llamó a los dirigentes de la iglesia de Efeso para una reunión de despedida (Heh. 20:15-38). Por causa de la gran distancia de Mileto a Efeso, un viaje de ida y vuelta de unos 112 km, el barco de Pablo debió haber quedado en el puerto durante 3 o más dí­as. Visitó la ciudad otra vez después de su 1ª prisión en Roma 789 y dejó a Trófimo enfermo en ella (2 Tit 4:20). Mapa XX, B-4.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

La ciudad griega más al sur en Asia Menor. La cantidad de cieno en el puerto, el problema común de esa costa, causó el fin de su dominio del mar y del comercio por agua. Cuando Pablo la visitó (Act 20:15, Act 20:17), Mileto era una ciudad de poca importancia en la provincia romana de Asia.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Mileto era una importante ciudad portuaria griega sobre la costa occidental del Asia Menor. A través delos años, el aluvión del rí­o Maeander se ha acumulado y el rí­o mismo ha cambiado su curso dando como resultado que las ruinas de Mileto están ahora a 8 kms. de la costa.
Mileto fue colonizada por los minoicos de Creta, después de los cuales los griegos micenos la convirtieron en un puesto de avanzada. Los textos heteos mencionan a Millawanda en las costas de la Anatolia occidental. Esta puede ser identificada con Mileto. La ciudad fue destruida ca. 200 a. de J.C. ; pero posteriormente llegó a ser un centro de la cultura iónica. Para el siglo VII a. de J.C. , los barcos iónicos portaban colonizadores a las costas del mar Negro y a Egipto. Mileto fue un rival de Lydia, pero aquél buscó hacer un tratado con los persas después del 546 a. de J.C. , asegurando así­ su integridad territorial.
Tales, Anaximandro y Anaximenes fueron filósofos oriundos de Mileto. Un templo a Apolos fue construido en Didyma, 16 kms. al sur de Mileto y ambas ciudades fueron unidas por una carretera sagrada parcialmente alineada con estatuas. En el 499 a. de J.C. , Mileto se unió con otras ciudades iónicas en una revuelta contra Persia. En el 494 los persas conquistaron la ciudad, mataron o llevaron a sus gentes como esclavas y saquearon y quemaron el templo de Didyma.
Después de la derrota persa en Mycala (479 a. de J.C. ) Mileto fue reconstruida por Hippodamo, un milesiano quien hizo los planos de la ciudad de acuerdo con un patrón exacto. Mileto se unió a la liga Delia, fue conquistada de nuevo por Persia y estuvo sujeta a Caria por un tiempo. En el 334 a. de J.C. , Alejandro Magno capturó Mileto y de allí­ en adelante fue un puerto principal helénico con grandiosa arquitectura y proyectos de edificación monumental. Mileto continuó como una ciudad próspera bajo los romanos. El comercio continuó pero el aluvión gradual del puerto llegó a ser una amenaza en tiempos romanos posteriores. Cuando Pablo visitó Mileto (Hch. 20:15–17; 2 Ti. 4:20) la ciudad aún no habí­a alcanzado la cima de su belleza arquitectónica. Tení­a, sin embargo, dos mercados acolumnados con una casa del concilio ornamentada entre ellos. Al mercado sur se llegaba por una puerta triple. Un gran teatro dominaba uno de sus cuatro puertos. Una inscripción muestra el lugar reservado en el teatro para los judí­os y para la gente †œtemerosa de Dios†.
Una expedición alemana patrocinada por el museo de Berlin excavó Mileto desde 1899 hasta 1914. El trabajo se inició de nuevo en 1938 y ha sido conducido intermitentemente desde entonces. Una casa del siglo VIII ( a. de J.C. ) fue encontrada con un desagüe cubierto de piedra que corre a todo lo largo, lo cual indica una cultura más elevada que lo que era de esperarse para este perí­odo. Del mismo perí­odo hay una plataforma oval de piedras rústicas que tiene cerca de 2 mts. de diámetro. Estaba ubicada debajo de la esquina del templo posterior a Atena y se piensa que sirvió como un altar, el más antiguo descubierto hasta ahora en el Asia Menor griega.
Además de la casa del concilio ornamentada, los excavadores descubrieron restos de un granero de más de 152 mts. de largo y un área de mercado de 183 mts. de largo, que fue un regalo de Antí­oco I de Siria.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

Ciudad en la costa de Asia Menor que fue una colonia griega, conquistada luego por Alejandro Magno, en la desembocadura del rí­o Meandro. En sus orí­genes era un puerto, pero el rí­o cegó la ensenada. Fue un famoso centro comercial y de cultura, cuna de conocidos filósofos griegos, como Tales. Pablo reunió allí­ a los ancianos de la iglesia de éfeso, y se despidió de ellos cuando iba rumbo a Jerusalén (Hch 20:15-38). En otra ocasión dejó allí­ a Trófimo, que estaba enfermo (2Ti 4:20). Para esa época ya M. no tení­a el esplendor original, pero continuaba como punto importante para los que navegaban por las costas de la Anatolia. Se ha encontrado allí­, en un anfiteatro romano, una inscripción que señala el lugar donde se sentaban los judí­os †œtemerosos de Dios†.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, PUEM CIUD

sit, a9, 356, 229

vet, Puerto marí­timo donde Pablo se detuvo (Hch. 20:15). De allí­, el apóstol hizo llamar a los ancianos de Efeso, para despedirse de ellos de una manera solemne (Hch. 20:17-38). En 2 Ti. 4:20 dice el apóstol Pablo que habí­a dejado a Trófimo enfermo en Mileto. Esta importante ciudad de Jonia se hallaba a alrededor de 60 Km. al sur de Efeso, en los confines de la Caria y sobre la ribera meridional de la bahí­a de Latmus en la que desembocaba el Menandro. En esta ciudad nacieron los filósofos Tales, Demócrito y Anaximandro. Habí­a allí­ un célebre templo dedicado a Apolo y un magní­fico teatro.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Ciudad de la costa occidental de Asia Menor, que actualmente está en ruinas. Está situada cerca de la desembocadura del rí­o Meandro (Menderes), y antiguamente tení­a cuatro puertos. Al parecer, para el siglo VII a. E.C., los jonios habí­an hecho de Mileto un próspero centro comercial que tení­a numerosas colonias en el mar Negro y en Egipto. Los artí­culos de lana de Mileto llegaron a ser extensamente conocidos, como lo muestra el que la Septuaginta griega incluya en Ezequiel 27:18 la †œlana de Mileto† entre los artí­culos de comercio de Tiro. Mileto fue también la cuna de filósofos célebres, como, por ejemplo, Tales (c. 625-547 a. E.C.), al que se considera el fundador de la geometrí­a, astronomí­a y filosofí­a griegas. En el siglo V a. E.C., los persas capturaron y destruyeron Mileto debido a que habí­a participado en una sublevación. Más tarde (en 334 a. E.C.), la ciudad reedificada cayó ante Alejandro Magno. Durante los perí­odos helenista y romano, Mileto fue testigo de una considerable actividad arquitectónica. Se encuentran en este lugar unas ruinas impresionantes de un gran teatro de aquella época edificado al aire libre.
Con el tiempo disminuyó la importancia de la ciudad, posiblemente debido a que su puerto se llenó de cieno procedente del rí­o Meandro. Parece ser que la antigua Mileto estaba situada sobre un promontorio que se extendí­a desde el lado S. del golfo Látmico; sin embargo, en la actualidad, las ruinas de la ciudad están unos 8 Km. tierra adentro, y lo que en un tiempo fue el golfo, hoy es un lago.

Pablo visita Mileto. Pablo fue a Mileto probablemente en el año 56 E.C. Como deseaba llegar a Jerusalén a ser posible para el Pentecostés, y no querí­a detenerse innecesariamente en Asia Menor, decidió tomar un barco —al parecer en Asón— que no hací­a escala en Efeso. De todas formas, Pablo no descuidó las necesidades de la congregación de aquella ciudad. Desde Mileto mandó llamar, sin duda por medio de un mensajero, a los ancianos de la congregación de Efeso (a unos 50 Km. de distancia). El tiempo que se necesitó para que les llegase el mensaje y fuesen a Mileto (tal vez un mí­nimo de tres dí­as) debió ser menos del que hubiera transcurrido si Pablo hubiese ido a Efeso, posiblemente debido a que el barco que partiera de Asón para atracar en Efeso tení­a más escalas en el viaje que el que pasaba por Mileto. O puede ser que las circunstancias existentes en Efeso hubieran demorado a Pablo si se hubiese detenido en esa ciudad. (Hch 20:14-17.)
Al dirigirse a los ancianos de la congregación, Pablo evocó el ministerio que habí­a llevado a cabo en esa ciudad, les instó a prestar atención a sí­ mismos y al rebaño, les puso en guardia contra los †œlobos opresivos† que entrarí­an en la congregación y los animó a mantenerse despiertos y a recordar su ejemplo. Cuando supieron que no volverí­an a verle, estos superintendentes cedieron a las lágrimas, †œse echaron sobre el cuello de Pablo y lo besaron tiernamente†, tras lo cual lo acompañaron hasta el barco. (Hch 20:18-38.)
En una ocasión que no se especifica, después de su primer encarcelamiento en Roma, parece que Pablo regresó a Mileto. Trófimo, que anteriormente le habí­a acompañado desde Mileto a Jerusalén, enfermó, y Pablo tuvo que dejarle atrás. (Compárese con Hch 20:4; 21:29; 2Ti 4:20.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

La más meridional de las grandes ciudades jónicas (gr.) en la costa occidental de Asia Menor. Floreció como centro comercial, y en los ss. VIII, VII y VI a.C. estableció muchas colonias en la zona del mar Negro; también tuvo contacto con Egipto. Faraón Necao hizo una ofrenda a un templo de Mileto después de su victoria en Meguido en el 608 a.C. (2 R. 23.29; 2 Cr. 35.20ss). Los miletinos resistieron la expansión de Lidia, y en el 499 a.C. iniciaron la revuelta jónica contra Persia, pero la ciudad fue destruida en el 494 a.C. En su período de gran prosperidad Mileto fue cuna de los primeros filósofos griegos, Tales, Anaximandro y Anaxímenes, y de Hecateo el cronista. Los artículos de lana de origen miletino gozaban de fama mundial.

Después de su destrucción por los persas la ciudad pasó por muchas vicisitudes, y cuando la visitó Pablo (Hch. 20.15; 2 Ti. 4.20) vivía fundamentalmente de sus pasadas glorias. En dicha época formaba parte de la provincia romana de Asia, y debido a que su puerto se llenó de sedimento (actualmente existe allí un lago interior) procedente del Meandro ya estaba en decadencia comercialmente. Una inscripción en las ruinas muestra el lugar reservado para los judíos en el teatro de piedra, como también para los “temerosos de Dios”.

Bibliografía. H. Metzger, Las rutas de san Pablo en el oriente griego, 1962, pp. 57–58; R. Sánchez, “Mileto”, °EBDM, t(t). V, cols. 162–164; J. Roloff, Hechos de los apóstoles, 1984; C. F. Pfeiffer, “Mileto”, °DBA, pp. 461–462.

K.L.McK.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico