PESHITTA

El término peshitta, de origen arameo-sirí­aco, significa ” común, simple, sencillo”, así­ se definió a partir del siglo x la versión sirí­aca de la sagrada Escritura. La elección de este nombre parece que se debe a la sencillez estilí­stica y terminológica de esta versión, respecto a otras traducciones de la Escritura, sobre todo si se la compara con la versión “exaplar” de Orí­genes. Sin embargo, según otra etimologí­a, peshitta puede significar también “parte, sección”; en ese caso, se referirí­a a las secciones de la Biblia sirí­aca leí­das durante las celebraciones litúrgicas.

Se sigue discutiendo sobre el origen de la Peshitta. Efectivamente, aunque su redacción final se remonta a mediados del siglo y d.C., es posible reconocer en ella varias capas que pueden remontarse incluso hasta el siglo 11 d.C. Las dificultades relacionadas con la fecha de la Peshitta se refieren también a su paternidad: no sabemos de hecho quiénes son sus autores; según Burkitt (1904), ésta debe atribuirse a Rábbula, obispo de Edesa (41 1-431). No obstante, aunque esta paternidad sigue siendo desconocida, puede reconocerse al menos el ámbito de la comunidad al que pertenece: la Iglesia de Siria. Por eso, es fundamental la aportación de la Peshitta a la crí­tica textual de la Biblia: se trata de una de las versiones más antiguas de la Escritura.

Esta versión comprende, para el Antiguo Testamento, también los libros déutero-canónicos, es decir, Eclesidstico, Baruc, Tobí­as, Juait, 1-2 Macabeos y Sabidurí­a, que se derivarí­an de una recensión de los Setenta. De todas formas, la versión del Eclesiástico parece referirse a una traducción directa del hebreo.

Respecto a la crí­tica textual, la Peshitta sigue fielmente el texto masorético, pero pueden reconocerse infiltraciones procedentes de los Setenta, especialmente para el Libro de Isaí­as y para los Salmos. De hecho, parece ser que la versión de los Setenta tuvo una posición privilegiada en la misma Iglesia de Siria. Junto a la cercaní­a entre la Peshitta y el texto masorético, se reconoce también la semejanza, sobre todo para el Pentateuco, con el Targu m de Onkelos. Por eso algunos, al identificar el contexto sociológico de la Peshitta, han pensado en una comunidad de origen judeo-cristiano.

Por lo que se refiere al Nuevo Testamento, la Peshitta, de la que nos han llegado unos 350 manuscritos, no recoge la 2 Pe, las 2-3 Jn, Jas ni el Apocalipsis, que no eran considerados como canónicos en la comunidad de referencia. Debido al contexto litúrgico y a la finalidad popular, la Peshitta sé presenta con un lenguaje sencillo, aunque el estilo es elegante y claro.
A. Pitta

Bibl.: J Trebolle, Peshitta (versiones sirí­acas), en AA. VV, L4 Biblia en su entorno Verbo Divino, Estella 21993, 543-547; íd” Biblia judí­a y la Biblia cristiana, Trotta, Madrid 1993, 4l -55; Peshitta. Versiones de la Biblia, en DB, 2003.

PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico