TAMARISCO

Tamarisco (heb. ‘êshel). írbol del desierto de madera dura y provisto de hojas pequeñas y perennes. La variedad más grande no crece más de 9 m (razón para que algunos la incluyan entre los arbustos). Proporciona una sombra valiosa y promete descanso y supervivencia en las zonas más áridas, para las cuales está bien adaptado por causa de sus hojas que pierden muy poca humedad por la transpiración. Abrahán plantó un tamarisco en Beerseba (Gen 21:33); el rey Saúl descansó debajo de uno de ellos mientras perseguí­a a David; y él y sus hijos fueron sepultados juntos debajo 1129 de un tamarisco (1Sa 22:6; 31:13, BJ; “un árbol”, RVR). Tamboril. Traducción del: 1. Heb tôf (1Ch 13:8; Isa 5:12; Eze 28:13; Dan 3:5, 7, 10, 15). Ciertos eruditos, especialistas en instrumentos musicales antiguos, concuerdan en que tôf era un pequeño tambor de manejo manual, formado por un aro de madera y probablemente con 2 cubiertas de cuero. Se lo golpeaba con las manos para producir un sonido rí­tmico. Generalmente lo usaban las mujeres para acompañar el canto y la danza, con el fin de acentuar el ritmo (fig 399; véase CBA 3:32). 2. Heb. tôfeth (del verbo tûf, “escupir”), que en realidad no es “tamboril” sino “escupo” (Job 17:6). La traducción de esta palabra por “tamboril” se explica por la confusión de tôfeth con tôf.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

también llamado taray, tarajal y brezo de mar. Género vegetal que tiene unas 55 especies de árboles y arbustos caducifolios, de raí­ces profundas. Son nativos de la región Mediterránea y de Oriente. Se encuentran en suelos húmedos y algo salinos de zonas con clima seco y caluroso. Las hojas son muy pequeñas, las flores son vistosas, de color entre blanco y rosa, se agrupan en inflorescencias terminales y tienen cuatro o cinco sépalos, pétalos y estambres y un único pistilo.

Se menciona tres veces en la Biblia: Abraham en Berseba plantó un árbol de t., Gn 21, 33. Debajo de una árbol de t. Saúl hablaba de la conspiración que le habí­an hecho, 1 S 22, 6. Los huesos de Saúl fueron enterrados debajo de un t., en Jabes, 1 S 31, 13.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

írbol que crece silvestre en Israel. Hay muchas especies. De hojas pequeñas y siempre verdes, era considerado en muchos pueblos del Oriente Medio como sagrado, empleándosele especialmente en relación con actividades proféticas. En Egipto se le vinculaba con Osiris. Algunos sacerdotes egipcios se coronaban con ramas de t. cuando ejercí­an sus funciones. Abraham plantó un t. en Beerseba †œe invocó allí­ el nombre de Jehová Dios eterno† (Gen 21:33). Al parecer Saúl se sentaba †œdebajo de un t.† para juzgar al pueblo cuando estaba en †¢Gabaa (1Sa 22:6). Los huesos de Saúl y sus hijos fueron enterrados debajo de un t. (2Sa 31:13). Nombre cientí­fico: Tamarix orientalis. †¢Plantas de la Biblia.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, FLOR ARBO

ver, MANí

vet, (ár. “‘athl”; aram. “‘athlã”; el término heb. relacionado, “êshel”, designa seguramente el tamarisco: “Tamarix articulata”). Abraham plantó de ellos en Beerseba (Gn. 21:33). En Gabaa, Saúl estuvo sentado bajo uno de ellos (1 S. 22:6). Los huesos de este rey y los de sus hijos fueron enterrados bajo un tamarisco, en Jabes de Galaad (1 S. 31:13). Es un árbol de resistente madera, con ramas delgadas y de hojas pequeñas y escasas. Hay nueve especies de tamarisco en Palestina, siendo la más extendida el “Tamaris pallasii”, con una altura entre los 3 y 6 m. La más grande, “Tamarix articulata”, llega de 4,5 a 9 m. La especie “Tamarix manifera” (3 a 4,5 m.) se encuentra en las regiones anteriormente conocidas como Moab, Edom y en la pení­nsula del Sinaí­. Al ser picado por una cochinilla, exuda una resina comestible. (Véase MANí.)

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

(heb. ´é·schel).
El tamarisco puede ser un árbol o un arbusto. Aunque su tronco es nudoso, las ramas suelen ser como varillas, lo que le da una apariencia plumosa. Las hojas son perennes, pequeñas, parecidas a escamas y muy pegadas a las ramas, de modo que pierden muy poca humedad por la transpiración, lo que permite a estos árboles vivir en regiones desérticas y hasta sobre dunas de arena. En la primavera, el árbol produce inflorescencias racemosas en espiga de pequeñas flores rosadas o blancas, que dan un color alegre a regiones que de otra manera serí­an áridas. El tamarisco gusta de un medio salino, por lo que a menudo crece muy cerca del océano y en marismas saladas. La gran cantidad de tamariscos que hay a lo largo de las orillas del Jordán conforman el hábitat de animales salvajes, y en tiempos bí­blicos puede que formaran parte de los †œmatorrales orgullosos [situados] a lo largo del Jordán†, donde en su dí­a hallaban cobijo los leones. (Jer 49:19; Zac 11:3.)
Aunque el tamarisco no suele ser muy alto, cierta clase (Tamarix aphylla) puede alcanzar los 18 m. de altura. Abrahán plantó uno en Beer-seba (Gé 21:33), el rey Saúl se sentó a la sombra de uno de estos árboles en Guibeah (1Sa 22:6) y sus huesos y los de sus hijos fueron enterrados debajo de un gran tamarisco en Jabés-galaad. (1Sa 31:13; compárese con 1Cr 10:12, donde se utiliza la palabra hebrea para †œárbol grande [´e·láh]†.)
El doctor Joseph Weitz, famosa autoridad de Israel en repoblación forestal, dijo: †œEl primer árbol que Abrahán plantó en el suelo de Beer-seba fue un tamarisco. Siguiendo su ejemplo, hace cuatro años sembramos dos millones de ellos en la misma zona. Abrahán tení­a razón. Hemos visto que el tamarisco es uno de los pocos árboles que medran en el sur, donde la precipitación anual es inferior a los 210 mm/m2.†. (The Reader†™s Digest, marzo de 1954, pág. 30.)
Hay un tipo de tamarisco (Tamarix mannifera) que cuando recibe la picadura de ciertos insectos homópteros, exuda gotas de una savia semejante a la miel, que en algunos lugares se recogen y venden a los peregrinos como †œmanᆝ. No obstante, no tiene ninguna relación con el maná que se proveyó a Israel en el desierto, pues aquel maná verdadero se suministró milagrosamente y se recogí­a del suelo. (Ex 16:13-15.)

[Fotografí­a en la página 1085]
Los tamariscos pueden vivir en lugares muy secos

Fuente: Diccionario de la Biblia