Cardenal lamenta instrumentalización política de “acto religioso” en honor a Lula

SAO PAULO, 09 Abr. 18 (ACI Prensa).-
El Arzobispo de Sao Paulo (Brasil), Cardenal Odilo Scherer, lamentó la “instrumentalización política” del “acto religioso” celebrado el 7 de abril en honor al expresidente Lula da Silva y su fallecida esposa, horas antes de que este se entregara a la Policía Federal para cumplir su condena por corrupción y lavado de dinero.

En un comunicado publicado el 8 de abril en la cuenta de Facebook de la Arquidiócesis de Sao Paulo, se aclara que la celebración del sábado “no se trató de una Misa, sino de un acto ecuménico” y fue “una iniciativa personal de quien lo promovió”.

El texto precisa que “no hubo participación de la CNBB (el Episcopado brasileño) ni de la Arquidiócesis de Sao Paulo” y que “el acto ocurrió fuera de la jurisdicción y la responsabilidad del Arzobispo y la Arquidiócesis de Sao Paulo”.

“El Arzobispo de Sao Paulo lamenta la instrumentalización política del acto religioso”, concluye el texto.

El “acto religioso” se celebró sobre un estrado ubicado en el sindicato de trabajadores metalúrgicos y fue presidido por el Obispo Emérito de Blumenau, Mons. Angélico Sandalo Bernardino, de 85 años, que desde el inicio de su ministerio episcopal apoyó a Lula y al Partido de los Trabajadores (PT) al que pertenece el expresidente.

El Prelado es considerado además uno de los principales representantes de la teología de la liberación en Brasil.

En el “acto religioso”, el Obispo dijo a Lula que “todos nosotros aquí presentes deseamos de corazón que estés en libertad. Todos nosotros tenemos la convicción de que lo acontecido en Brasil fue un golpe. Un 50% cuando la presidenta Dilma fue apartada del cargo y el otro 50 cuando te impiden a ti ser candidato, algo que va contra el sistema democrático”.

“Ninguna prisión toma el corazón, la mente o los ideales de un ciudadano, porque tú has entregado la vida que es fruto de solidaridad, amor, verdad, misericordia y justicia. Que Jesús te proteja y sea tu fuerza, mi hermano y compañero”, dijo el Prelado al expresidente, quien le respondió con un beso en la mejilla y un abrazo.

Luego de ser bendecido por un sacerdote, Lula da Silva pronunció un discurso de más de media hora y almorzó con algunos miembros del PT. Después se entregó a la Policía Federal en Sao Paulo y fue conducido a Curitiba para cumplir su condena de doce años y un mes.

El “acto religioso” presidido por Mons. Sandalo Bernardino y otros sacerdotes no está previsto en ningún manual de liturgia y no corresponde a las directrices aprobadas por la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil para la celebración de la Palabra.

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