El mundo aborrece a Jesús (Juan 7:1-9)

En Juan 7:1-9, encontramos un pasaje que aborda el tema del rechazo y odio del mundo hacia Jesús. Este segmento se encuentra en el contexto de las tensiones crecientes entre Jesús y las autoridades judías. A continuación, exploraremos este pasaje:

  1. Contexto del Pasaje (Juan 7:1-9):
    • Versículos 1-2: El pasaje comienza con una descripción del entorno en Judea, donde los líderes judíos buscaban matar a Jesús. Debido a esto, Jesús se movía principalmente en Galilea.
    • La Fiesta de los Tabernáculos: Este evento se estaba aproximando, una de las tres grandes fiestas judías que requería que los judíos viajaran a Jerusalén.
  2. El Diálogo entre Jesús y sus Hermanos (v. 3-5):
    • Los hermanos de Jesús lo instan a ir a Judea y realizar sus obras públicamente para que sus seguidores lo vean.
    • Sin embargo, el evangelista Juan señala que los propios hermanos de Jesús no creían en Él.
  3. La Respuesta de Jesús (v. 6-9):
    • Jesús responde diciendo que su tiempo aún no ha llegado, mientras que el tiempo de sus hermanos siempre está listo.
    • Él habla de cómo el mundo no puede odiar a sus hermanos, pero lo odia a Él porque testifica que sus obras son malas.
    • Jesús decide no subir a la fiesta en ese momento, permaneciendo en Galilea.
  4. Significado Teológico y Temas:
    • El Mundo vs. Jesús: Este pasaje ilustra el creciente conflicto entre Jesús y el “mundo”, representando sistemas de valores y autoridades en oposición a los principios del Reino de Dios.
    • El Tiempo de Jesús: La noción de “tiempo” es significativa, indicando que la misión y acciones de Jesús están guiadas por un plan divino y un tiempo determinado por Dios.
  5. Aplicaciones Prácticas:
    • Este pasaje invita a reflexionar sobre cómo el mundo puede reaccionar negativamente a los valores y enseñanzas del cristianismo.
    • Nos anima a considerar la importancia de seguir el plan y el tiempo de Dios en nuestras vidas, incluso cuando esto conlleva desafíos o incomprensión.

Juan 7:1-9 resalta la tensión entre Jesús y las expectativas y valores del mundo. También subraya cómo la misión de Jesús está enraizada en un propósito divino, a menudo en conflicto con las normas y sistemas del mundo.