Muchas personas perciben que se está librando una “guerra contra la Navidad” moderna en la plaza pública. Aquellos que creen en la realidad de una guerra contra la Navidad ven un esfuerzo concertado para eliminar la palabra Navidad del discurso público. Las historias que confirman una guerra contra la Navidad parecen ser más frecuentes: un coro de escuela primaria canta “We Wish You a Happy Holiday” en lugar de “We Wish You a Merry Christmas” para su “Concierto de invierno”. Una biblioteca invita a “muestras festivas” de la comunidad, siempre que las muestras no tengan connotaciones religiosas; el establo puede tener animales, pero no personas. Y las principales cadenas comerciales prohíben a sus empleados desear a alguien una “Feliz Navidad”. Es posible hacer todas las compras navideñas y nunca ver ni escuchar la palabra Navidad en las tiendas.
Por supuesto, no hay nada de malo en decir “Felices fiestas” o “Saludos de la temporada”. Pero si alguien dice “Felices fiestas” con el único propósito de no decir “Feliz Navidad”, entonces tenemos razón al cuestionar lo que está pasando. ¿Se está librando realmente una “guerra contra la Navidad” cultural? “¿Por qué se censura la palabra Navidad ?” nos preguntamos mientras deambulamos por los centros comerciales. ¿Por qué algunas escuelas públicas celebran todo, desde Kwanzaa hasta Labafana, la bruja de Navidad, y prohíben la Natividad, todo en nombre de la “inclusión” y la “tolerancia”?
Una de las razones presentadas por aquellos que buscan evitar la palabra Navidades que ofende a los no cristianos. Pero, según una encuesta reciente de Gallup, solo el 3 por ciento de los adultos en Estados Unidos dicen que les molesta cuando una tienda hace referencia específica a la Navidad. Este hecho le da a la “guerra contra la Navidad” un giro más siniestro. La exclusión de la Navidad tiene menos que ver con la sensibilidad y más con la censura. Eliminar toda mención de la Navidad de la sociedad no es realmente una forma de “adaptarse” a una cultura más diversa, sino una forma de diseñar una cultura más secular.
Muchas veces, los argumentos en contra de los programas y exhibiciones navideños se expresan en términos políticos, pero el prejuicio contra la Navidad es mucho más profundo que eso. La guerra contra la Navidad es principalmente una batalla espiritual, no política.
¿Cómo deberían responder los cristianos a la guerra contra la Navidad y el uso omnipresente de “Felices Fiestas” en detrimento de “Feliz Navidad”? He aquí algunas sugerencias:
1) ¡Celebre la Navidad! Guerra en Navidad o no, deja que la alegría de la temporada se muestre en tu vida. Enseñe a su familia el significado del nacimiento de Jesús y haga que las tradiciones navideñas sean significativas en su hogar.
2) Desea a los demás una Feliz Navidad. Cuando se enfrente a un “Felices fiestas”, sea específico y deséele al saludador una “¡Feliz Navidad!”. Puede que se sorprenda de cuántos responden de la misma manera. Incluso si te encuentras con resistencia, no dejes que eso empañe tu alegría. En Cuento de Navidad de Dickens, Ebenezer Scrooge libra una guerra personal contra la Navidad, y su sobrino sufre la peor parte de los ataques de su tío año tras año, pero eso no le impide desearle una Feliz Navidad a su tío farsante e invitar a Scrooge a la cena de Navidad.
3) Hablar la verdad en amor ( Efesios 4:15 ). La temporada navideña es una maravillosa oportunidad para compartir el amor de Cristo y el mensaje del evangelio. ¡Él es el motivo de la temporada!
4) Orar por aquellos en posiciones de poder ( 1 Timoteo 2:1–3 ). Oren por sabiduría. Ore por un avivamiento para que la Navidad, en lugar de ser “ofensiva”, sea honrada por todos. Que cada uno de nosotros sea un guerrero pacífico en la guerra cultural de la Navidad.