Muchas personas en estos días tienen preguntas sobre brujas, los llamados profetas, hipnotizadores, adivinos, médiums, observadores de bolas de cristal, supuestos hacedores de milagros, clarividentes y similares. Nostradamus, Jeanne Dixon y Edgar Cayce, que afirman predecir el futuro, todavía tienen muchos seguidores. De hecho, las religiones de la Nueva Era y las prácticas no convencionales están en aumento entre los estadounidenses.
Podemos saber si alguien que dice tener poderes “sobrenaturales” es realmente un profeta, un mensajero o un siervo de Dios . La Biblia proporciona estas instrucciones: “Si se levantare en medio de vosotros profeta o soñador de sueños, y os diere señal o prodigio, y se cumpliere la señal o prodigio de que os habló, diciendo: vayamos en pos de dioses ajenos que tú no conociste, y sirvámosles, no oigas las palabras de ese profeta ni de ese soñador de sueños, porque el SEÑOR tu Dios te está probando para saber si amas al Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma” ( Deuteronomio 13:1-3 ).
Dios nos advierte además: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo ” ( I Juan 4:1 ). Así es como debemos “probar” a los espíritus: “Y cuando os digan: ‘Buscad a los médiums y magos, que susurran y murmuran’, ¿no debe un pueblo buscar a su Dios? ¿Debe ver a los muertos en nombre de los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” ( Isaías 8:19-20 ).
Esta, entonces, es la prueba de un verdadero siervo de Dios. Enseñará al pueblo a creer y obedecer exactamente lo que dice la Palabra de Dios ( Deuteronomio 8:3 ; Mateo 4:4 ; Lucas 4:4 ). La realización de milagros, ya sean imaginarios o reales, no es y nunca ha sido la prueba de un verdadero siervo de Dios.