El Canto de Ana, también conocido como el Cántico de Ana, es un poema bíblico que aparece en el Primer Libro de Samuel (1 Samuel 2:1-10). Este cántico es un himno de acción de gracias pronunciado por Ana, madre del profeta Samuel, después de que Dios le concediera un hijo a pesar de su esterilidad previa.
El canto se destaca por su profundo sentido de gratitud y alabanza a Dios. Ana celebra la inversión de su fortuna, pasando de ser una mujer estéril a ser madre. El cántico también refleja temas de justicia divina y la soberanía de Dios, haciendo énfasis en cómo Dios eleva a los humildes y derriba a los poderosos. Además, resalta la capacidad de Dios para alterar radicalmente las circunstancias humanas, un tema que se encuentra a lo largo de muchos textos bíblicos.
El Canto de Ana es notable no solo por su contenido teológico y poético, sino también por su influencia en la literatura bíblica posterior, particularmente en el Magníficat de María en el Evangelio de Lucas. Los estudiosos a menudo comparan estos dos textos, observando las similitudes en su estructura y temas.
Dado su contenido y significado, el Canto de Ana es frecuentemente estudiado en el contexto de la literatura del Antiguo Testamento y en discusiones sobre las mujeres en la Biblia. Su mensaje de esperanza y transformación sigue resonando en las tradiciones religiosas y literarias hasta el día de hoy.