Evidencia externa, como testimonios históricos, hallazgos arqueológicos y comparaciones con textos antiguos similares

Estudio: Quién Escribió la Biblia

La evidencia externa, que incluye testimonios históricos, hallazgos arqueológicos y comparaciones con textos antiguos similares, puede proporcionar información adicional para evaluar la autoría de los libros bíblicos. Aquí hay algunas formas en las que esta evidencia puede arrojar luz sobre la autoría:

  1. Menciones históricas y testimoniales: Algunos escritos y registros históricos fuera de la Biblia pueden hacer referencia a los eventos, personajes o enseñanzas mencionados en los libros bíblicos. Estas menciones pueden respaldar la historicidad de los eventos y proporcionar un contexto para la autoría. Por ejemplo, las inscripciones asirias y babilónicas han proporcionado información sobre los reinos de Israel y Judá mencionados en los libros bíblicos.
  2. Descubrimientos arqueológicos: La arqueología bíblica ha descubierto numerosos hallazgos que arrojan luz sobre la vida, las costumbres y los contextos históricos relacionados con los eventos y lugares mencionados en la Biblia. Por ejemplo, los descubrimientos en las ciudades de Jericó, Ebla, Nínive y Jerusalén han proporcionado información valiosa sobre la historia y la cultura de esos tiempos.
  3. Comparaciones con textos antiguos: Comparar los textos bíblicos con textos antiguos similares de otras culturas puede ayudar a comprender el contexto cultural, los géneros literarios y las influencias literarias en la redacción de los libros bíblicos. Por ejemplo, los textos de la antigua Mesopotamia, como el Código de Hammurabi o el Enuma Elish, pueden proporcionar paralelos literarios y legales con el Antiguo Testamento.
  4. Tradiciones literarias y géneros: La comparación de los libros bíblicos con otros textos de la misma tradición literaria o género puede revelar similitudes en el estilo, la estructura y los temas. Por ejemplo, los Salmos tienen paralelos con la literatura de himnos y oraciones del antiguo Cercano Oriente.

Es importante tener en cuenta que la evidencia externa también debe ser evaluada y contextualizada adecuadamente. No todas las menciones históricas, hallazgos arqueológicos o textos antiguos similares ofrecen una conexión directa y concluyente con la autoría de los libros bíblicos. Sin embargo, cuando se utilizan en conjunto con la evidencia interna y otros enfoques críticos, pueden contribuir a una comprensión más completa de la autoría y el contexto de los textos bíblicos.