El resto del capítulo es una lista de hombres cuya única importancia es que son los antepasados de Abraham, un hombre que aún no se menciona. Si no fuera por esta conexión, ciertamente no serían mencionados en la historia. Se mencionan debido a la importancia de la ascendencia de Abraham. Desde Noé hasta Abraham, esta es la línea de Cristo. Como escribió Mateo, “El libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” (Mateo 1:1). Jesús de Nazaret no es el Cristo a menos que sea descendiente de Abraham. Además, no hubiera valido descender de Abraham si fuera de la línea de Caín o de Canaán. Entonces, es esencial establecer y registrar la línea de Abraham desde Noé hasta Sem.
Mucho se hace en este capítulo para establecer a Abraham como un hombre histórico. Su línea familiar se da por muchas generaciones. Se nombra a su padre y hermanos y un sobrino. Incluso se menciona a su esposa con un detalle significativo. Finalmente, se da la ubicación, Ur de los caldeos y Harán. Abraham no es una figura mítica sino un hombre real en el espacio y el tiempo.