La promesa del Espíritu Santo por parte de Jesús se encuentra en varios pasajes de la Biblia. Por ejemplo, en Juan 14:16-17, Jesús dice a sus discípulos: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”.
También en Juan 16:7, Jesús dice: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré”.
Estas promesas de Jesús se cumplen en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo desciende sobre los discípulos y les da poder para predicar el evangelio en diferentes lenguas (Hechos 2:1-4).