“Oh Dios todopoderoso y proveedor, vengo ante Ti con gratitud por el trabajo que me has dado y con la humilde petición de que me ayudes a conservarlo. Reconozco que Tú eres el dador de toda bendición y que mi empleo es un regalo de tu mano, como se nos dice en Deuteronomio 8:18: ‘Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas’.
En Colosenses 3:23-24 se nos recuerda: ‘Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís’. Te pido, Señor, que me des la sabiduría y la dedicación para realizar mi trabajo de manera excelente, como si lo hiciera para Ti.
También recordamos las palabras de Proverbios 16:3, que nos enseñan a encomendar nuestros planes a Dios: ‘Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados’. Te encomiendo mi empleo a tu cuidado y te pido que guíes mis acciones y decisiones para que sean acordes con tu voluntad.
Padre celestial, te pido que me ayudes a ser un empleado/a fiel y diligente, que cumple con sus responsabilidades con integridad y esfuerzo. Te pido que protejas mi empleo y que lo conserves en medio de cualquier dificultad o cambio en la empresa.
En tu nombre, confío en que eres mi proveedor y protector en todas las circunstancias.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.”