La Biblia enseña que al morir las almas de los creyentes irán a estar con el Señor y, después de la resurrección, pasarán la eternidad en la Nueva Jerusalén, que desciende del cielo a la nueva tierra. La Biblia aclara que los creyentes fallecidos están con el Señor ( 2 Corintios 5:6–8 ; Filipenses 1:23 ) en un reino espiritual llamado cielo. El destino final que espera a los creyentes es el cielo nuevo y la tierra nueva ( Apocalipsis 21—22 ). Nuestros cuerpos físicos serán resucitados y glorificados, hechos perfectamente aptos para la eternidad en la nueva tierra.
Testigos de Jehovácree que solo 144.000 personas desde el tiempo de Jesús pueden ir alguna vez al cielo, para ser allí co-gobernantes con Cristo Jesús sobre los habitantes de una tierra paradisíaca. También creen que el alma muere cuando el cuerpo muere y debe esperar hasta la resurrección antes de que Jehová “recuerde” la personalidad del difunto y la haga coincidir con un nuevo cuerpo físico. A los que sean parte de los 144.000 se les darán cuerpos espirituales, pero a todos los demás se les dará un cuerpo carnal.
Los 144.000 se mencionan por primera vez en Apocalipsis 7:4 : “Entonces oí el número de los sellados: 144.000 de todas las tribus de Israel”. Mientras que los Testigos toman el número 144.000 como literal, dicen que la descripción de ellos son vírgenes judías masculinas (Apocalipsis 14:4 ) es simbólico. Apocalipsis 7:5–8 presenta a los 144.000 como pertenecientes a las doce tribus de Israel: 12.000 de cada tribu. La referencia a las tribus de Israel también se toma como simbólica, no literal. Creen que el “remanente ungido” de los 144.000 ha reemplazado a Israel y que son “judíos espirituales”. Además, Apocalipsis habla de una gran multitud en el cielo que nadie podría contar ( Apocalipsis 7:9 ), pero los testigos de Jehová dicen que solo los 144.000 pueden estar en el cielo. La gran muchedumbre, dicen, está sobre la tierra.
En la década de 1930, la organización afirmó que el número de los 144.000 había sido sellado y que los nuevos Testigos tendrían una eternidad en la tierra, en lugar de en el cielo. En 1935 el número de Testigos que se creían parte de los 144.000 ascendía a 52.465. El número de los que creían que estaban destinados al cielo disminuyó drásticamente en las décadas siguientes. En 2005 había sólo 8.524. Para 2020, el número había aumentado a 21.182. Ahora, la Sociedad Watchtower dice que el número de los 144,000 será sellado justo antes de que comience la Gran Tribulación.
Según una publicación de los testigos de Jehová, “Después de que al apóstol Juan se le dijo en visión acerca de este grupo de 144.000 personas, se le mostró otro grupo. Juan describe a este segundo grupo como ‘una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas.’ Esta gran muchedumbre se refiere a los que sobrevivirán a la ‘gran tribulación’ venidera, que destruirá el presente mundo inicuo. . . . El contexto de Apocalipsis 7:4 y las declaraciones relacionadas que se encuentran en otras partes de la Biblia confirman que el número 144.000 debe tomarse literalmente. Se refiere a los que gobernarán en el cielo con Cristo sobre una tierra paradisíaca, que estará llena de un número grande e indeterminado de personas felices que adoran a Jehová Dios” (“Preguntas de los lectores”, La Atalaya, 1 de septiembre de 2004).
La creencia de los Testigos de Jehová de que serán los únicos sobrevivientes de la Gran Tribulación, junto con el hecho de que en 2020 sumaron 8.695.808 personas en servicio activo, choca con la descripción de las Escrituras de una multitud “que nadie puede contar”. Los Testigos han sido numerados.
Los testigos de Jehová todavía insisten en que 144.000 es el límite del número de personas que reinarán con Cristo en el cielo y pasarán la eternidad con Dios. Sin embargo, dicen que es posible que aquellos que han sido “ungidos” caigan en pecado impenitente. Los números continúan aumentando porque, dicen, Jehová reemplaza a los que caen en el camino. La Atalaya de enero de 2016también explica el aumento diciendo que algunos Testigos “tienen problemas mentales o emocionales” y simplemente están equivocados al pensar que gobernarán con Cristo en el cielo.
De importancia crítica es la creencia de los Testigos de Jehová de que los 144.000 han sido ungidos por el espíritu de Jehová y solo ellos están en el Nuevo Pacto . Solo los 144.000 tienen una “esperanza celestial”. Otros Testigos de Jehová tienen una “esperanza terrenal”: esperan vivir para siempre en un paraíso terrenal, pero no son parte del Nuevo Pacto.
Los Testigos de Jehová dicen que el Nuevo Pacto “hace posible que 144.000 cristianos fieles vayan al cielo. Allí servirán como reyes y sacerdotes para bendición de toda la humanidad. . . . Solo aquellos en el nuevo pacto, es decir, aquellos que tienen la esperanza de ir al cielo, deben participar del pan y el vino. Dios convence a tales de que han sido seleccionados para ser reyes celestiales” ( ¿Qué enseña realmente la Biblia?, Apéndice, págs. 207–208).
Entonces, la mayoría de los Testigos de Jehová están excluidos del Nuevo Pacto, sin embargo, se les ha dicho que aún pueden beneficiarse del pacto, dándose la oportunidad de vivir para siempre en un paraíso terrenal; por supuesto, la bendición depende de que permanezcan fieles al ungido hasta el final. No tienenseguridad de la salvación porque todavía podrían fallar en la prueba final. Pero tampoco el “remanente ungido” tiene asegurado el cielo; supuestamente han sido sellados, pero podrían tropezar y caer y así perder su herencia celestial.
Todo esto va en contra de lo que Jesús mismo dice acerca de los que creen en Él: “Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás; nadie me las puede arrebatar de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es mayor que todos; nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” ( Juan 10:28–29 ). Después de la resurrección de Cristo, los gentiles también recibieron la bendición del Nuevo Pacto ( Hechos 10 ; Efesios 2:13–14 ). Bajo el Nuevo Pacto, los creyentes reciben la salvación como un regalo gratuito (Efesios 2:8–9 ). Nuestra responsabilidad es ejercer la fe en Cristo, Aquel que cumplió la ley y puso fin a los sacrificios de la ley a través de Su propia muerte sacrificial. A través del Espíritu Santo vivificante que vive en todos los creyentes ( Romanos 8:9–11 ), compartimos la herencia de Cristo y disfrutamos de una relación permanente e ininterrumpida con Dios ( Hebreos 9:15 ).
En ninguna parte la Biblia limita el número de personas que pueden ir al cielo a 144.000. La Biblia tampoco dice que solo 144,000 personas pueden ser parte del Nuevo Pacto. Estas son enseñanzas hechas por el hombre y no tienen base bíblica.