Leemos en Hebreos 10:25 “como veis que se acerca el día.” ¿Qué es ese día?
El “día” de Hebreos 10:25 no es otro que el día del juicio. Si continuamos leyendo en el contexto, encontramos en el versículo 27 que los que pecan voluntariamente pueden esperar juicio y condenación. El versículo 30 dice que la venganza es del Señor y el versículo 31 declara: “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo”.
La palabra juicio en el versículo 27 viene de la palabra griega que a menudo puede indicar condenación. En el contexto del libro de Hebreos, el escritor insta a los cristianos que también son descendientes de judíos a no volver al culto y la práctica del judaísmo. Él presenta mucha evidencia para no hacer esto. Su tema es, “El camino de Cristo es el mejor camino”. Él razona que el camino de Cristo tiene un mejor mediador que Moisés (1-4). El camino de Cristo tiene mejor sacerdocio que el de Aarón (5-7). El camino de Cristo tiene mejor sacrificio que el de los toros y los machos cabríos (10). El camino de Cristo tiene mejor alianza que la de Moisés (8,9). El camino de Cristo es el camino de la fe (11). Durante esta discusión, el escritor amonesta y exhorta a menudo a estos cristianos a no volverse a las viejas costumbres, sino a permanecer en el camino de Cristo. Es en medio de una de estas exhortaciones que encontramos el capítulo 10 versículo 25. Muchos cristianos judíos estaban dejando la fe y así estaban abandonando la asamblea de los santos. El escritor los exhorta a no hacer esto, sino a continuar yendo a la asamblea. Tal desprecio deliberado por la fidelidad de otros cristianos es un pecado deliberado y será juzgado en consecuencia. Un cristiano no debe caer en esa forma de vida para que la ira de Dios no se ejecute contra él.
Hay algunos que dicen que el “día” que se acerca se refiere al día del juicio que Dios iba a visitar sobre la ciudad de Jerusalén. Si bien este pasaje puede incluir ese día de juicio, no es tan específico como para excluir todos los días de juicio que Dios ejecutará sobre los infieles. Jesús habló de este día de juicio específicamente en Mateo 24:1-34. Pero observe que también habló del último día del mundo que ocurriría en un período de tiempo posterior que no ha sido revelado (Mateo 24:36-51). Ambos días son días de juicio. Los apóstoles y profetas advertirían al cristiano judío primitivo que viviera de manera que estuviera listo para ese primer día de juicio que vendría sobre la nación judía en la forma del general romano Tito. El cristiano de hoy es advertido por los apóstoles y profetas de vivir de manera que esté listo para el día final del juicio que vendrá sobre todas las naciones. Los principios de juicio de Dios son verdaderos, ya sea que se revelen en un juicio terrenal o en uno celestial. Así que para responder a la pregunta, el día es “el día del juicio.” Tal como se aplica a nosotros hoy, solo hay un día de juicio que Dios nos ha revelado para el cual debemos prepararnos. Pedro dice que este es el día cuando “los elementos se derretirán con calor abrasador.” 2 Pedro 3:11-14 califica como un buen comentario sobre Hebreos 10:25 y siguientes. Pedro escribe: “Puesto que todas estas cosas serán disueltas, ¿qué clase de personas debéis ser vosotros en toda santa conducta y piedad, esperando y apresurándoos a la venida del día de Dios, en el cual los cielos estando en el fuego se disolverá, y los elementos se derretirán con calor ardiente? Sin embargo, esperamos, según su promesa, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por tanto, amados, estando en espera de tales cosas, sed diligentes para que seáis hallados de él en paz, sin mancha e irreprensibles.”