Introducción. La Era de Acuario parece haber dado paso a una era de superstición pagana. Según estadísticas antiguas en mi archivo, solo en los EE. UU. se estima que hay 2.000 periódicos que regularmente publican columnas astrológicas, 10.000 astrólogos a tiempo completo y 175.000 a tiempo parcial. Se nos dice que unos diez millones de estadounidenses creen seriamente en la astrología.
El hombre tiene la preocupación de querer conocer el futuro.. La Astrología Moderna se define simplemente como, “Tipo de adivinación que consiste en pronosticar eventos terrenales y humanos por medio de la observación e interpretación de las estrellas fijas, el Sol, la Luna y los Planetas…” (Enciclopedia Británica). La Biblia enseña, “…Un hombre no puede decir lo que será; y lo que será después de él, ¿quién le podrá decir?” (Ecl. 10: 14, ver también 3: 22, 6: 12). Santiago enseñó enfáticamente: “No sabéis lo que será mañana…” (Santiago 4:14). El capítulo cinco de Apocalipsis presenta una búsqueda que se hizo en el “cielo” y la “tierra” para encontrar a alguien digno y capaz de revelar el futuro (vs. 1-3). Es significativo que “ningún hombre fue hallado digno de abrir y leer el libro (decir el futuro, v. 4). Sólo Jesús, el Cordero de Dios, fue hallado (v. 6 ss.).
No debemos preocuparnos por el mañana, sino abordar los problemas del presente, enseñó Jesús (Mat. 6: 34). Debemos pensar en términos de “hoy” relativo a la salvación (2 Corintios 6:2).
Conclusión . Amados, solo Dios conoce el futuro (Is. 46: 5-10). Los esfuerzos del hombre por conocer el futuro no revelado a menudo lo involucran en la hechicería y “cosas por el estilo” (Gálatas 5: 20, 21). Los horóscopos, las cartas del tarot y las bolas de cristal no revelan el futuro. En lugar de detenerse en el futuro, el hombre necesita aprender a concentrarse en el presente (Efesios 5: 16). No conocemos ni podemos conocer el futuro. Sin embargo, ¡podemos conocer a Aquel que tiene el futuro dentro de Su soberanía! (Hechos 17: 22-31; Hechos 2: 36-46.)