Un “espíritu de Dalila”, o el “espíritu de Dalila”, es un concepto sostenido en algunas versiones de la fe carismática . Aplicando una fina capa de Escritura y participando en enormes cantidades de especulación, aquellos que creen en los llamados ministerios de liberación pueden señalar a un “espíritu de Dalila” como la causa de una serie de efectos negativos específicos. Las referencias a un espíritu de Dalila son más comunes entre quienes piensan que los demonios son responsables, de una forma u otra, de prácticamente todos los casos de pecado o sufrimiento.
En las Escrituras, Dalila era una mujer utilizada por los filisteos para destruir a Sansón ., el juez de Israel. A cambio de dinero de los líderes filisteos, ella manipuló y sedujo a Sansón, convenciéndolo para que revelara la fuente de su fuerza sobrenatural. El subterfugio de Dalila funcionó y Sansón fue capturado, cegado y finalmente asesinado por los filisteos. Basados únicamente en esa historia, aquellos que creen en un “espíritu de Dalila” sugieren que hay un tipo específico de demonio que funciona principalmente a través de la persuasión sexual, las intrigas y la codicia. Aquellos que están siendo tentados de esa manera y aquellos que usan esos pecados para arruinar a otros son considerados bajo la influencia de un “espíritu de Dalila”.
Al “espíritu de Dalila” a menudo se le asignan características similares a las de Jezabel, como el orgullo, la vanidad o la crueldad. Tratar de definir claramente qué es el espíritu de Dalila o qué hace exactamente es casi imposible. El concepto solo está vagamente relacionado con la Biblia y se basa en suposiciones no bíblicas sobre la espiritualidad. Las creencias de una persona sobre el “espíritu de Dalila” pueden superponerse, contradecirse o duplicar las de otra persona.
El espíritu de Dalila es similar a otros “demonios de diseño”, como Leviatán , Kundalini , Ahab y Python ., que han sido ideados por personas que deberían saberlo mejor. Las Escrituras no sugieren que exista tal demonio o clase de demonios como el “espíritu de Dalila”. La explicación bíblica de nuestras luchas espirituales no profundiza en tales detalles. Las enrevesadas mitologías demonológicas presentadas por algunos carismáticos son inútiles y tienen más que ver con la fantasía y la magia que con la Palabra de Dios. Las únicas respuestas significativas a los problemas espirituales se encuentran en el discipulado, la obediencia piadosa a la Palabra y la oración.