INTRODUCCIÓN: Lea Génesis 4:9
1. Esta pregunta se planteó en respuesta a la pregunta anterior de Dios.
2. El tipo correcto de preguntas puede hacernos pensar sobriamente.
DISCUSIÓN: (Discusión de este sermón sobre el egoísmo.)
I. ¿Soy el guardián de mi hermano? – ¿Quién es nuestro hermano?
1. Todos tienen el mismo creador y padres terrenales. (Adán y Eva) (Malaquías 2:10; Isaías 64:8; Hechos 17:26)
2. No todos son hermanos en Cristo, pero todos son hermanos en la carne porque todos son descendientes de Noé.
3. Debemos sentirnos obligados a todos en la medida de lo posible. (Romanos 1:14-15).
II. ¿Soy el guardián de mi hermano? – ¿Deberíamos ser el guardián de nuestro hermano?
1. El evangelio del egoísmo dice, “no.”
1) Todo hermano debe guardarse a sí mismo.
2) Si un hermano no puede guardarse a sí mismo, merece perecer.
3) Todo hermano tiene bastante que hacer para mantenerse.
2. El evangelio del amor dice, “sí.”
1) Dios nos enseña a ser el guardián de nuestro hermano. (Génesis 4:9)
2) Debemos ser el guardián de nuestro hermano porque él es nuestro hermano. (Génesis 13:8).
3) Nuestro hermano se perderá si no lo guardamos. (2 Tesalonicenses 1:7-9)
4) Hay gozo relacionado con ser el guardián de nuestro hermano.
5) No ser el guardián de nuestro hermano significa que fallamos tanto a Dios como al hombre. (Mateo 25:31ss)
III. ¿Soy el guardián de mi hermano? – ¿Qué nos impide ser el guardián de nuestro hermano?
1. Envidia del bien de los demás. (1 Juan 3:10-12; Mateo 27:18; Proverbios 14:30)
2. Preocupación solo por uno mismo — egoísmo. (1 Corintios 10:24; Filipenses 2:4)
3. Indiferencia hacia el bienestar de los demás. (Lucas 10:29-37)
Finalmente, en este sermón sobre el egoísmo…
IV. ¿Soy el guardián de mi hermano? ¿Qué implica ser el guardián de nuestro hermano?
1. enseñándole el evangelio. (Marcos 16:15, 16)
2. Amándolo como nos amamos a nosotros mismos. (Mateo 22:39; 1 Juan 3:17)
3. Restaurarlo cuando se cae. (Gálatas 6:1; Santiago 5:19-20)
4. Compartiendo sus cargas y alegrías. (Gálatas 6:2; Romanos 12:15)
5. Haciéndole el bien. (Gálatas 6:10)
6. Ayudándolo cuando está en necesidad. (Efesios 4:28) “No robes más.” Todo lo contrario al egoísmo.
7. Tratándolo como queremos ser tratados. (Mateo 7:12)
CONCLUSIÓN: ¿Soy yo el guardián de mi hermano? (Final de este sermón sobre el egoísmo)
1. ¿Soy realmente el guardián de mi hermano?
2. ¿Qué pasará si no somos el guardián de nuestro hermano?
3. ¿Estamos dispuestos a aceptar las consecuencias de las prácticas pasadas y presentes?