Sí, un cristiano puede armar un nacimiento en su casa sin caer en idolatría, siempre y cuando se entienda y se respete el propósito y significado del nacimiento como una representación simbólica del evento del nacimiento de Jesucristo, y no como un objeto de adoración en sí mismo.
La idolatría, según la enseñanza bíblica, implica adorar o venerar imágenes, ídolos o cualquier cosa que no sea Dios mismo. El segundo mandamiento advierte contra la creación de ídolos para adoración: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás…” (Éxodo 20:4-5).
En el caso de un nacimiento o belén:
- Representación simbólica: El nacimiento se utiliza generalmente como un recordatorio visual del evento del nacimiento de Jesús en Belén. No está destinado a ser un objeto de adoración, sino una herramienta para reflexionar sobre el significado de la Navidad.
- Enseñanza y recuerdo: Puede servir como una herramienta educativa, especialmente para los niños, para enseñar sobre el nacimiento de Jesús y el significado de la Navidad.
- Celebración y decoración: En muchos hogares cristianos, el nacimiento es parte de las tradiciones navideñas, utilizado para decorar y celebrar la temporada, sin atribuirle un estatus divino o sobrenatural.
Es importante para los cristianos mantener un enfoque claro en Dios y en Jesucristo, asegurándose de que cualquier símbolo o tradición, incluyendo el nacimiento, no reemplace ni eclipse la adoración y la fe verdaderas en Dios. El nacimiento puede ser visto como una expresión de fe y un recordatorio de la humildad y las circunstancias del nacimiento de Cristo, en lugar de un objeto de veneración en sí mismo.