Con respecto a este “argumento” que uno puede salvarse sin el bautismo porque el ladrón en la cruz fue salvo, he aquí seis respuestas:
1. Uno no sabe que el ladrón no fue bautizado bajo el bautismo de Juan. Sería imposible probar de una forma u otra que el ladrón en la cruz fue bautizado. De hecho, hay más evidencia de que fue bautizado que de que no fue bautizado.
2. Jesús tenía poder para perdonar personalmente los pecados en la tierra (Mateo 9:6, Marcos 2:10, Lucas 5:24). Mientras Jesús estuvo en la tierra, tenía autoridad para perdonar a quien quisiera. Hoy, sin embargo, el perdón se basa en nuestra relación con Cristo a través de Su pacto.
3. El ladrón mostró fe en Cristo cuando la mayor parte del mundo lo injuriaba. El hecho de que el ladrón supiera quién era Jesús muestra algo con respecto al conocimiento del ladrón. Significa que el ladrón había escuchado a alguien enseñar acerca de Jesús.
4. El ladrón reconoció la verdadera naturaleza del reino poniendo fe en Cristo que iba a entrar en él a pesar de la circunstancia presente de Jesús de colgar en la cruz. El ladrón le dijo a Jesús que lo recordara cuando Jesús viniera a Su reino (Lucas 23:42). El hecho de que el ladrón supiera algo sobre el reino de Jesús también da fe del conocimiento del ladrón. En algún lugar alguien le había dicho acerca del reino venidero y alguien le había dicho que este reino le pertenecía a Jesús. El ladrón había oído y creído la predicación del evangelio.
5. Jesús aún no había muerto, por lo que el Nuevo Pacto no había entrado en vigor (Hebreos 9:16). Todos los que viven hoy están bajo la autoridad del Nuevo Pacto, no del Antiguo. Dado que ese es el caso, el ladrón no podría haber sido perdonado bajo los términos del Nuevo Pacto, sino del Antiguo. Tendría tanta autoridad para construir un arca a fin de ser salvo como para apelar al ladrón en la cruz. Esas cosas sucedieron bajo un pacto diferente y por lo tanto no son aplicables a mis circunstancias hoy bajo el Nuevo Pacto de Cristo.
6. Los términos del Nuevo Pacto aún no se habían dado. Jesús le dijo a Pedro que le daría las llaves del reino en Mateo 16:18, 19. Esas llaves aún no habían sido dadas en el tiempo de Jesús’ muerte. Esas llaves finalmente se dieron en Hechos 2. No fue hasta que se dieron esos términos que uno podía saber qué hacer para obtener el perdón de los pecados bajo el Nuevo Pacto. El ladrón no podía saber cuáles eran esos términos, pero hoy sí podemos.
¿Puede una persona ser salvada exactamente de la misma manera que el ladrón en la cruz fue salvado? No. Hoy debemos ser salvos bajo la autoridad del Nuevo Pacto y bajo los términos de ese pacto. Hoy eso se logra mediante la sumisión al mandato de Dios a través de los apóstoles de ser bautizados, para la remisión de los pecados (Hechos 2:38).
El ladrón en la cruz es un gran ejemplo de perdón . Nos muestra que nunca es demasiado tarde para venir al Señor en esta vida. Sin embargo, el ladrón en la cruz no es un ejemplo de lo que uno debe hacer para ser salvo hoy, ya que su salvación se basó en un pacto diferente, circunstancias diferentes y una relación diferente con Jesús.