DIACONO, DIACONISA

(gr., diakonos, siervo, ministro). Pablo usó la palabra gr. para referirse a sí­ mismo (1Co 3:5; Eph 3:7). Se declaró que Jesús era un diakonos de los judí­os (Rom 15:8). Los siervos domésticos eran diakonoi (Mat 22:13). Pablo le dijo a Timoteo cómo ser un buen diakonos (1Ti 4:6).

Se infiere el diaconado, como puesto eclesiástico, de Act 6:1-8, pero por lo menos dos de los siete hombres eran evangelistas. Las calificaciones dadas en 1 Timoteo 3 muestran que no se consideraba que los diáconos fueran miembros laicos comunes de la iglesia. Pablo menciona a los diáconos en conexión con los obispos (Phi 1:1).

Se utiliza la misma palabra gr. en relación a Febe en Rom 16:1, traducida por †œsierva† o diaconisa. Ciertas mujeres ministraron (diakonein) a Jesús (Luk 8:2-3). No parece por las Escrituras ni por la literatura temprana de la iglesia que las diaconisas hayan sido oficiales de la iglesia.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Servidor) Hec 6:1-8, Fil.l:l.

– Cualidades.

1Ti 3:8-13.

– Diaconisa Febe: Rom 16:1-3, 1Ti 3:11.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

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Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

El término griego diakoneo significa servir, como en Mat 4:11 (†œ… los ángeles llegaron y le serví­an [diakoneo]†) y en muchas otras partes del NT. Diakoní­a, a su vez, significa †œservicio, ministerio†. Así­, †¢Marta †œse preocupaba con muchos quehaceres [diakoní­a]† (Luc 10:40). Esta palabra es utilizada mayormente por Pablo para señalar su ministerio, como en Hch 20:24 (†œel ministerio [diakoní­a] que recibí­ del Señor†). Al que serví­a en un banquete se le llamaba diakonos (servidor, ministro). El Señor dijo: †œEl que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor [diakonos]† (Mat 20:26). Pablo usa esta palabra para referirse a sí­ mismo (†œ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores [diakonos] por medio de los cuales habéis creí­do† (1Co 3:5). No hay ningún señalamiento bí­blico directo en relación con una subordinación jerárquica de los llamados diáconos o ministros ante otros, como los obispos (gr.=episkopos). Los †œobispos y diáconos† son oficios relacionados, como puede verse en Flp 1:1 y en 1Ti 3:1-13, pero no se habla de ellos con la idea de establecer una jeraquí­a en la cual uno sea superior al otro.

Es opinión de muchos que la elección de siete hermanos en Hch. 6 para †œservir [diakoneo] a las mesas† marca el principio de un oficio especial en la iglesia que ésta denominó †œd.,† transliterando la palabra del griego. La práctica posapostólica siguió ese patrón. La idea que prevalecí­a era la de dedicar personas a trabajos administrativos que dejaran en libertad a otros para persistir †œen la oración y en el ministerio [diakoní­a] de la palabra† (Hch 6:4). Hay que observar, sin embargo, que Esteban, que era uno de los siete, †œlleno de gracia y de poder, hací­a grandes prodigios y señales entre el pueblo†, predicó un magní­fico sermón (Hch 6:8; Hch 7:2-60). De manera que no es claro que en el principio fuera la intención el limitar los diáconos a servicios administrativos o de acción social. Pero en el desarrollo posterior en la iglesia esto parece que fue así­, como se atestigua en documentos del Siglo I y II. Los requisitos para ser obispo y d. aparecen en 1Ti 3:1-13.
único caso de una mujer diácono de que se tiene noticia en la Biblia es el de †¢Febe. De ella dice Pablo en Rom 16:1 : †œOs recomiendo … nuestra hermana Febe, la cual es d. de la iglesia en Cencrea†. Algunos piensan que esta referencia a Febe no señala ningún cargo oficial sino que es una simple declaración de su carácter y comportamiento como sierva. La palabra †œdiaconisa† no es usada en femenino, sino simplemente diakonos. El uso del término femenino fue un desarrollo posterior en la historia de la iglesia. Esta participación de mujeres en el oficio de d. no prosperó mucho en la iglesia católica, pero sí­ en otras tradiciones cristianas, especialmente en la oriental. Las mujeres d. eran nombradas, entre otras cosas, para instruir a otras mujeres en la fe, bautizarlas y visitar las casas dedicadas sólo a mujeres.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, FUNC

vet, Este nombre se aplica generalmente a los siete que fueron elegidos para supervisar la distribución de los fondos de la iglesia en Hch. 6:3; pero allí­ no se les llama diáconos; aunque el nombre pueda serles aplicado no puede quedar restringido a aquel servicio. El término se aplica a cualquier servicio no especificado. La palabra griega es mucho más frecuentemente traducida “siervo” y “ministro” que “diácono”. Se refiere dos veces a Cristo (Ro. 15:8; Gá. 2:17), también a Pablo y a otros (Col. 1:7, 23, 25), a magistrados (Ro. 13:4) e incluso a los emisarios de Satanás (2 Co. 11:15). La Epí­stola a los Filipenses fue dirigida a los santos y a los “obispos y diáconos”, o supervisores y siervos. En 1 Ti. 3:8-13 se dan las calificaciones morales del diácono o ministro, pero no se especifica cuál fuera su obra; es evidente que llevaban a cabo sus funciones de una forma oficial. El servicio de un diácono no debe ser confundido con un “don”. Febe era diaconisa de la asamblea de Cencrea (Ro. 16:1).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado