ESPINAS, CORONA DE

Fue preparada por los soldados romanos y colocada en la cabeza de Cristo cuando fue objeto de mofa antes de la crucifixión (Mt. 27.29; Mr. 15.17; Jn. 19.2). Constituía, juntamente con el cetro de caña y el manto escarlata, símbolo del hecho de que se había dicho que era el Rey de los judíos. La inscripción en la cruz también proclamaba este hecho en son de burla. Sin embargo, los cristianos han considerado la vida de Jesús como un camino real desde el pesebre en Belén hasta la cruz en el Calvario, y los mismos incidentes en los que menos aparecía como rey son los que le han ganado su adhesión, más que ninguna otra cosa. Para Juan, especialmente, el momento de la humillación de Cristo es el momento de su gloria (12.31–33; cf. He. 2.9).

No hay seguridad en cuanto al tipo de planta que se quiere significar con la palabra akantha. Los cristianos han considerado las espinas como símbolos de los efectos del pecado (Gn. 3.18; Nm. 33.55; Pr. 22.5; Mt. 7.16; 13.7; He. 6.8).

H. St J. Hart (JTS s.n. 3, 1952, pp. 66ss) piensa que la corona era de hojas de palmera, ya que eran fáciles de conseguir. La Phoenix dactylifera tiene espinas agudas. Por lo tanto la corona puede haber tenido la intención de parecerse a la “corona radiada” de un soberano divino, de modo que se le estaba haciendo burla a Cristo como “Dios” y como “rey” a la vez. Véase tamb. * Plantas (Espinos).

R.E.N.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico