MAR ROJO

Mar Rojo (heb. Yâm Sûf, “mar de cañas”). Nuestro nombre “Mar Rojo” es traducción literal del término gr. Eruthrán Thálassan que se usa en escritos griegos; en la LXX y el NT es traducción de la frase hebrea. Angosto mar que separa la Pení­nsula Arábiga del Africa, y que se divide en el norte en 2 golfos separados por la pení­nsula de Sinaí­ (Exo 15:4, 22; etc.). El Mar Rojo, desde Suez hasta el estrecho de Bab el-Mandeb, tiene unos 2,100 km de largo y unos 240 km de ancho, pero sólo sus 2 golfos del norte desempeñan un papel en la historia bí­blica. El brazo occidental, también conocido con el nombre de Golfo de Heroopolis, y ahora llamado Golfo de Suez, tiene unos 290 km de larco y un ancho promedio de 32 km. El brazo oriental, conocido como el Golfo de Aqaba, tiene unos 175 km de largo y un ancho promedio de 24 km. La navegación por el Mar Rojo fue peligrosa en la antigüedad por causa de tormentas repentinas que se levantan allí­, y por muchos bancos de corales ocultos que hay en él. En Isa 11:15 se lo llama “Mar de Egipto”. Mapa IV, C/D-5/6. El origen de los nombres del mar no es claro. Puede provenir de un rey mitológico, Erythras, que reinó en la región; del color de los corales que tapizan el fondo; de las montañas rojizas que lo bordean; o del pueblo edomita que vivió en los territorios aledaños (la palabra Edom significa “rojo”). El término hebreo “mar de juncos [cañas]” es igualmente difí­cil de explicar, porque no tiene juncos ni cañas. Algunos, por tanto, han pensado que este nombre se aplicó originalmente al Lago Timsa o a los Lagos Amargos, al norte del Golfo de Suez, en el que se los encuentra, y que por extensión el nombre se transfirió luego al Mar Rojo. Otros sugieren que en tiempos muy antiguos los Lagos Amargos estaban conectados con el Golfo de Suez, y que éste recibió el nombre de “mar de juncos” cuando en los extremos norteños los habí­a. Cualquiera fuese la explicación correcta de los nombres, es claro que el término heb. Yâm Sûf y el gr. Eruthrán Thálassan se refieren a lo que ahora se conoce como el Mar Rojo, y no al Lago Timsa o uno de los Lagos Amargos como sugieren algunos eruditos. Mapa V, B-4. El Mar Rojo es muy conocido por su relación con la historia del éxodo,* el cual los israelitas cruzaron a pie en seco después que las aguas se dividieron milagrosamente. Esta ví­a de escape para los perseguidos fue a la vez la tumba de los perseguidores egipcios (Exo 13:18; 14:21-31; 15:4; etc.: cf Isa 11:15). Parece que este cruce se efectuó cerca del extremo norte del Golfo de Suez, aunque es difí­cil ubicar el lugar exacto. Por otra parte, el Golfo de Aqaba es obviamente el otro brazo del Mar Rojo que se relaciona con el relato de la peregrinación por el desierto, después que dejaron el monte Sinaí­ (Num 21:4; Deu 1:40; etc.). Los israelitas estuvieron en Ezión-geber* y Elat, 2 lugares en el extremo norte de este golfo (figs 183, 217), en su camino a la Transjordania (Deu 2:8; etc.). En tiempos de Salomón, Ezión-geber fue un importante puerto del cual salí­an expediciones navales del reino hacia el paí­s de Ofir (1Ki 9:26-28). Bib.: Herodoto ii.8; FJ-AJ ii. 11.1; 15.1; EGS xvi.3.5; 4.20; P-NH vi.23. Mar Salado. Véase Mar Muerto.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

estrecho mar interior que separa la pení­nsula Arábiga, al oeste de Asia, de la parte nororiental de ífrica. Su nombre se debe a las masas de algas rojas que aparecen en la superficie. Se extiende hacia el nororiente desde el estrecho de Bab el-Mandeb hasta Suez, en Egipto, unos 2.253 kilómetros y tiene una anchura máxima de unos 355 kilómetros. Alcanza una profundidad máxima de unos 2.130 metros.En el extremo norte, la pení­nsula del Sinaí­ lo divide en el golfo de Suez y el golfo de íqaba. El m. Rojo fue el que pasaron los israelitas cuando salieron de Egipto. En los textos antiguos no se le da este nombre, simplemente se le llama el mar, como en Ex 14, o mar de Suf, yam sûf, es decir, mar de las cañas, Ex 15, 4, nombre que se debe a la abundancia de juncos en el extremo norte del brazo occidental del mar.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., de yam, mar, y de suf, rojo). Cerca de la ciudad de Ramesés-tanis (en Gosén, donde viví­an los esclavos israelitas) existí­an dos cuerpos de aguas, las aguas de Horus, que es lo mismo que Sijor (otro nombre para el Nilo, Isa 23:3; Jer 2:18), y un cuerpo de agua al que los mismos egipcios se referí­an como Suf, también llamado los papiros del pantano. Este último mencionado, el mar de las Cañas, o lago Timsa, es indudablemente el cuerpo de agua cruzado por los israelitas en fuga, con los egipcios en ardiente persecución. Esta más reciente identificación no aminora el milagroso rescate realizado por Dios o el terrible juicio que sobrevino a los ejércitos de faraón.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Brazo de mar largo y estrecho, extensión del océano índico, que separa la pení­nsula Arábica del nordeste de ífrica. El extremo occidental del m. R. se divide en dos golfos, el de Akaba y el de Suez, a ambos lados de la pení­nsula de Sinaí­. En el AT el nombre en hebreo es †œmar de las Cañas† o †œde los Juncos†, por la abundancia de éstos en las riberas del golfo de Suez, que es la parte que se relaciona con la historia del éxodo. En el griego del NT se le menciona como el thalassa eruthros (mar Bermejo o Rojo) en Hch 7:36 y Heb 11:29. No se sabe con certeza el origen de la designación de m. R. Algunos opinan que el nombre griego viene de unas algas submarinas (Eritranema) que producen reflejos escarlatas. Otros piensan que el nombre vino de los pueblos que se asentaron en sus riberas, especialmente los †¢edomitas. El golfo de Suez que cruzaron los israelitas en el éxodo debió extenderse más hacia adentro. La excavación moderna del canal de Suez demostró la existencia de masas de agua en la zona en tiempos antiguos. Los lí­mites de Israel serí­an fijados †œdesde el M. R. hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el éufrates† (Exo 23:31).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, MARA

ver, ADRIíTICO, BRONCE, MEDITERRíNEO, SODOMA, GOMORRA

sit, a8, 201, 365

vet, Los hebreos lo llamaban “Yam sûph”, “mar de las cañas”. El término gr. traducido literalmente como mar Rojo es “Erythra Thatassa”, empleado por Herodoto (2:8), la LXX (Ex. 15:4, 22) y Josefo (Ant. 2:11, 1; 15, 1). Se desconoce el origen de este nombre. Los griegos lo derivaron del de Erythras, un fabuloso rey del que se creí­a que habí­a reinado sobre un paí­s situado sobre este mar (Estrabón, 16:3, 5; 4:20; Plinio, Hist. Nat. 6:23). Erythras se corresponderí­a con Edom, que en heb. significa gente roja por piel cobriza: los edomitas y fenicios. Se supone también que el nombre puede provenir de los bancos de corales que llenan el fondo de este mar y que se hallan a lo largo de sus costas. Los geógrafos de la antigüedad llamaban mar Rojo no sólo al conocido por este nombre en la actualidad, sino también al océano índico y al golfo Pérsico. El mar Rojo de los geógrafos modernos mide unos 2.400 Km. de longitud y unos 240 Km. de anchura. Limita al norte con los golfos de íkaba y de Suez, bañando la pení­nsula del Sinaí­ en sus dos costas. El golfo de íkaba, al oriente, tiene unos 160 Km. de longitud por 24 de anchura. En su extremo norte se halla el moderno puerto israelita de Elat y las ruinas de Ezión-geber, además del puerto jordano de íkaba. El golfo de Suez al oeste de la pení­nsula mide 290 Km. de largo y 32 de ancho. En la antigüedad se extendí­a unos 50 Km. más al norte, cubriendo los lagos Timsah y Amargos. Las riberas de estos dos lagos se hallan cubiertas de juncos, lo que explica el nombre heb. “mar de las cañas”. El término heb. “Yam sûph” designa el mar al este de Egipto (Ex. 19:19); los israelitas acamparon cerca del “mar de las cañas”, no lejos del Sinaí­ (Nm. 33:10, 11). Al tomar la ruta de Yam sûph, esto es, al dirigirse hacia el golfo de íkaba, Israel rodeó el territorio de Edom (Nm. 21:4). Ezión-geber, en el paí­s de Edom, estaba sobre este mar (1 R. 9:26). El pueblo, conducido por Moisés, atravesó el Yam sûph, donde desaparecieron los ejércitos egipcios lanzados en persecución de Israel. Según las afirmaciones reiteradas de las Escrituras, se piensa que los israelitas atravesaron este mar a la altura del golfo de Suez, por la altura de los actuales Lagos Amargos. La navegación en el mar Rojo presenta siempre ciertos riesgos. Los vientos cambian bruscamente de dirección, y con frecuencia alcanzan una fuerza extraordinaria. En la antigüedad, los viajes de un extremo al otro del mar Rojo se veí­an extremadamente dificultados debido a este hecho. En la parte septentrional de este mar, el viento sopla en dirección sur durante nueve meses del año. En la parte sur, el viento sopla hacia el norte durante el mismo perí­odo. Los arrecifes de coral y las islitas que existen en numerosos parajes constituyen otro peligro.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Masa de agua que separa el NE. de ífrica de la pení­nsula arábiga, y comprende los dos brazos conocidos como el golfo de Suez y el golfo de `Aqaba. Según el uso moderno del término, el mar Rojo mide unos 2.250 Km. de longitud, su anchura máxima se acerca a los 354 Km. y su profundidad media es de aproximadamente 610 m. Es parte de una gran falla geológica conocida como †œla gran hendidura†. Debido a su rápido í­ndice de evaporación, las aguas de este mar son bastante saladas. Los fuertes vientos, los rápidos cambios de dirección de estos y la presencia de grandes arrecifes hacen peligrosa la navegación en el mar Rojo. A lo largo de la costa oriental hay altas cordilleras, mientras que la occidental se caracteriza por sus mesetas rocosas y colinas de poca altitud.
Hay razones justificadas para entender que las expresiones del idioma original que se vierten †œmar Rojo† aplican al mar Rojo en general o a cualquiera de sus dos brazos septentrionales. (Ex 10:19; 13:18; Nú 33:10, 11; Jue 11:16; Hch 7:36.) Jehová dividió milagrosamente las aguas del mar Rojo para dejar pasar a los israelitas sobre tierra seca, pero luego ahogó en ellas a Faraón y a sus fuerzas militares, que los perseguí­an. (Ex 14:21–15:22; Dt 11:4; Jos 2:10; 4:23; 24:6; Ne 9:9; Sl 106:7, 9, 22; 136:13, 15.) Los pasajes bí­blicos que tratan de este incidente usan la expresión hebrea yam (mar) o yam-súf (mar de juncos, cañas o espadañas). Basándose en el significado literal de yam-súf, ciertos eruditos han argüido que los israelitas simplemente cruzaron un lugar pantanoso, como pudiera ser la región de los lagos Amargos, no el mar Rojo (o su brazo occidental, el golfo de Suez, que según otras opiniones es la parte que probablemente cruzaron). Sin embargo, deberí­a notarse que habí­a suficiente cantidad de agua como para cubrir a las fuerzas militares de Faraón. (Ex 14:28, 29.) Esto hubiera sido imposible si solo se hubiera tratado de un terreno pantanoso. Además, Hechos 7:36 y Hebreos 11:29 excluyen esa posibilidad, pues mencionan el mismo incidente y usan la expresión griega e·ry·thrá thá·las·sa, que significa †œmar Eritreo (Rojo)†. (Véase EXODO.) †œEl mar Eritreo (es decir, Rojo) es, para Heródoto [siglo V a. E.C.], el Océano índico, el golfo Pérsico y el mar Rojo propiamente dicho†, lo más lejano a un lugar pantanoso o una exigua masa de agua. (Historia, libros I-II, de Heródoto, traducción y notas de Carlos Schrader, Gredos, 1984, nota 2, pág. 86; véase PIHAHIROT.)
En una declaración formal de calamidad contra Edom, se dice que su alarido se oirí­a en el mar Rojo. (Jer 49:21.) Esto es entendible, ya que la parte S. del territorio edomita limitaba con el mar Rojo (1Re 9:26), es decir, con su brazo nororiental, el golfo de `Aqaba. Los lí­mites de Israel también se extendí­an hasta el mar Rojo. (Ex 23:31.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

En geografía moderna, el mar que divide el NE de África de Arabia y se extiende alrededor de 1.900 km desde el estrecho de Bab el-Mandeb, cerca de Adén, hacia el N hasta el extremo meridional de la península de Sinaí. El mar continúa unos 300 km más en los golfos de Suez y Ácaba en dirección N sobre los lados occidental y oriental de la península de Sinaí, respectivamente. En la antigüedad clásica el nombre mar Rojo (erythra thalassa) también incluía el mar Arábigo y el océano Índico hasta la costa NO de la India. En el AT el término yam sûf, ‘mar de las cañas’ (y/o ‘juncos’) se emplea para cubrir: (a) la región de los lagos Amargos en el delta egipcio al N de Suez a lo largo de la línea del actual canal de Suez; y (b) los golfos de Suez y Ácaba, y posiblemente el mar Rojo propiamente dicho, mas allá de estos.

I. La región de los lagos Amargos

En términos generales, los israelitas salieron de Egipto camino del desierto y el yam sûf (Ex. 13.18). Ex. 14 y 15 son más específicos: al salir de Sucot (Tell el-Maskhuta) y Etam, Israel debía volver hacia atrás y acampar frente a Pi-hahirot, entre Migdol y el “mar”, delante de Baal-zefón (Ex. 14.1–2, 9; cf. * Campamento junto al mar). Este “mar”, cerca de todos estos lugares, fue el que Dios hizo retroceder y dividió merced a un “recio viento oriental”, para que Israel pudiera pasar sin mojarse los pies, y luego hizo que se juntara nuevamente sobre los egipcios que los perseguían (Ex. 14.16, 21–31; 15.1, 4, 19, 21). Desde el “mar de las cañas”, yam sûf, Israel entró al desierto de Shur (Ex. 15.22; Nm. 33.8), y luego siguió a Sinaí. Diversos puntos sugieren que este famoso cruce, el éxodo en el sentido estricto, se llevó a cabo en la región de los lagos Amargos, aproximadamente entre Qantara (48 km al S de Port Said) y un punto justo al N de Suez. Primero, geográficamente, el desierto de Shur, en el que Israel se introdujo directamente después de cruzar el yam sûf (Ex. 15.22), está justamente enfrente de esta zona (* Shur). Segundo, geográficamente, las aguas llenas de juncos de los lagos Amargos y el lago Menzalé pueden verse afectadas por fuertes vientos del E, precisamente en la forma que describe Ex. 14.21 y en que lo experimentó Aly Shafei Bey, en pequeña escala, en 1945–46 (Bulletin de la Société Royale de Géographie d’Égipte 21, agosto de 1946, pp. 231ss; cf. tamb. JTVI 28, 1894–95, pp. 267–280). En tercer lugar, filológicamente, en general se admite que el término heb. sûf ha sido tomado del egp. ṯwf(y), ‘papiro’, y p˒-ṯwf, un lugar, “las ciénagas de papiro” por excelencia en la parte NE del delta entre Tanis (Zoán), Qantir y la línea actual del canal de Suez al N de Ismailía, en el antiguo brazo pelusíaco del Nilo. Para detalles y referencias, véase A. H. Gardiner, Ancient Egyptian Onomastica, 2, 1947, pp. 201*-202*; R. A. Caminos, Late-Egyptian Miscellanies, 1954, pp. 79; Erman y Grapow, Wörterbuch d. Aegypt. Sprache, 5, 1931, pp. 359: 6–10. El Sal. 78.12, 43, ubica los grandes acontecimientos que precedieron al éxodo en el “campo de Zoán”, o sea en el delta NE.

II. Los golfos de Suez y de Ácaba

Al volver hacia el S desde Shur por Etam, Mara, y Elim, los israelitas acamparon a orillas del yam sûf y luego continuaron hacia Sin y Dofca (Nm. 33.10–11). Esto parecería referirse al golfo de Suez. No hay certidumbre de que Ex. 10.19, que se desenvuelve en época de las plagas se refiera a la región de los lagos, el golfo de Suez o el mar Rojo propiamente dichos; véase *Plagas de Egipto (octava plaga), G. Hort, ZAW 70, 1958, pp. 51–52. El yam sûf de Ex. 23.31 es ambiguo, pero quizás sea el golfo de Ácaba.

Diversas referencias muestran claramente que el término yam sûf se aplicaba al golfo de Ácaba. Después de su primera parada en Cades-Barnea (* Cades), los israelitas recibieron orden de encaminarse al desierto camino al yam sûf (Nm. 14.25; Dt. 1.40; 2.1), o sea por el Arabá hacia el golfo de Ácaba, como lo sugieren las circunstancias físicas en las que la tierra tragó a Coré y sus seguidores (* Desierto de la peregrinacíon ); G. Hort, Australian Biblical Review 7, 1959, pp. 19–26). Después de un segundo descanso en Cades-barnea, Israel se encaminó por el yam sûf para rodear Edom (Nm. 21.4; Jue. 11.16), nuevamente con referencia al golfo de Ácaba. El puerto marítimo de Salomón en Ezión-geber o *Elat, en este golfo, está ubicado sobre el yam sûf según 1 R. 9.26; Temán en Edom está refacionada con él (Jer. 49.21).

No resulta nada extraordinario ni sin paralelo que el término yam sûf tenga un uso más amplio para los dos brazos septentrionales del mar Rojo, así como una aplicación más restringida a la línea de lagos con juncos, desde Suez hacia el N hasta el lago Menzalé y el Mediterráneo. Alrededor de 1470 a.C., por ejemplo, los textos egp. de una misma época utilizaban el nombre Wadj-wer, “gran (mar) Verde”, tanto para el Mediterráneo como para el mar Rojo (Erman-Grapow, op. cit., 1, pp. 269: 13–14, referencias), y Ta-neter, tierra de Dios”, para el Punt (Sudán oriental [?]) en particular y las tierras orientales en general (ibid., 5, pp. 225: 1–4, referencias).

Bibliografía. B. Ubach, “Mar Rojo, Paso del”, °EBDM, t(t). IV, cols. 1277–1280; G. Auzou, La danza ante el arca, 1971; G. E. Wright, Arqueología de la Biblia, 1975, pp. 87–97; R. de Vaux, Historia antigua de Israel, 1975, t(t). I, pp. 364–374.

K.A.K.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

(Heb. Yâm-Sûph; Sept. ‘e ‘eruthrà thálassa; escritos griegos del Antiguo y Nuevo Testamentos ‘e ‘eruthrà thálasse; Vulg. Mare rubrum).

El nombre de Mar Rojo (o Erythræan) fue utilizado por los historiadores y geógrafos clásicos para designar a las aguas del Océano Índico y del Golfo Pérsico. En la geografía moderna, se aplica al brazo noroeste del Océano Índico que se extiende por unos 2300 km., limitado al oriente por Arabia y al poniente por África. Entendido de esta última forma, el Mar Rojo abarca desde el Estrecho de Bab el-Mandeb, latitud 12° 40′ N, hasta lo que hoy es la parte superior del Golfo de Suez, latitud 30° N. En su parte más ancha mide 330 km. y su profundidad mayor alcanza los 2000 metros. En Ras Mohammed, latitud 27° 45′, el Mar Rojo es dividido por la Península del Sinaí en dos golfos: el de Suez (antiguamente Heroopoliticus sinus) al oeste, con 209 km. de longitud y 29 km. de ancho promedio, y el de Aqaba (antiguamente Ælaniticus sinus) al oriente, más angosto y de sólo 145 km. de largo. El Mar Rojo no recibe la descarga de ningún río importate y esto se refleja en la elevada temperatura de sus aguas. Desde la antigüedad tuvo una actividad comercial considerable y ésta se ha incrementado enormemente desde la apertura del Canal de Suez, en 1869.

En cuanto a su nombre, la procedencia del hebreo Yâm-Sûph es incierta. El significado de Sûph es probablemente “cañas” y el título Yâm-Sûph (Mar de las Cañas) parece haber sido originalmente asignado a la parte superior del Golfo de Suez, la cuál era posiblemente poco profunda, pantanosa y abundante en cañas. Todavía más dudosa resulta la derivación del nombre grecorromano Mar Eritreo (o Rojo). Ésta ha sido explicada de diversas formas: por los corales rojos que contiene; por el color de las montañas edomitas y árabes que bordean sus costas; por el resplandor del cielo reflejado en sus aguas; por la palabra edom (rojo), que los griegos pueden haber reproducido literalmente; por el nombre del rey Eritras, quien reinó en el país adyacente.

En las Sagradas Escrituras, las referencias al Mar Rojo están directamente ligadas a sus golfos septentrionales. Las que conciernen al Golfo de Aqaba, al noroeste, son comparativamente pocas y carentes de importancia. En Ex 23,31, ese golfo es señalado simplemente como el límite sureste de la Tierra Santa; en 3 Re 9,26 y 2 Par 8,17 (en algunas ediciones de La Biblia, 3 Re = 1 Re y 2 Par = 2 Cro) se le menciona con relación al comercio marítimo de Salomón y en 3 Re 22,48 en referencia a la fallida incursión de Josafat en la misma dirección; finalmente en Jer 49,21 es mencionado en un oráculo sobre la ruina total de Edom. Por el contrario, las referencias al Golfo de Suez, al noreste, son numerosas e importantes debido al paso milagroso de ese brazo del Mar Rojo descrito en Ex 14, celebrado en el Cántico de Moisés (Ex 15) y repetidamente referido en otras partes de las Escrituras, aún a pesar de las recientes teorías formuladas para descalificar a la tradicional identificación del Golfo de Suez con el Mar Rojo atravesado por Israel en tiempos del Éxodo. Brugsch y otros han argumentado que el agua que fue desecada para permitir el paso al pueblo de Israel correspondió a la parte norte de la Ciénaga Sirbonis en la costa del Mar Mediterráneo, entre Egipto y el extremo suroeste de Canaán, aunque esta teoría es insostenible porque no sólo va contra lo que declara la narración bíblica, sino contra los descubrimientos recientes que han establecido la ubicación de Gosen, lugar desde donde los israelitas partieron hacia Palestina. En otra versión, Beke y otros han propuesto que fue el brazo oriental del Mar Rojo, esto es, el Golfo de Aqaba y no el Golfo de Suez, el que cruzaron los hebreos. Sólo que esta idea tampoco es consistente con la interpretación más natural de los datos bíblicos relativos al Éxodo. Por lo tanto, no se debe abandonar la tradicional identificación del Golfo de Suez con el Mar Rojo cruzado por Israel.

Sigue siendo cierto, sin embargo, que los especialistas que con mayor facilidad admiten esta identificación dividen sus opiniones en lo referente al punto del cruce. Su desacuerdo se debe principalmente a la dificultad para conocer la extensión exacta que tenía este brazo occidental del Mar Rojo en los tiempos del Éxodo. Basados en la suposición de que en ese tiempo el Golfo de Suez se extendía más al norte, a través del Gran Lago Amargo hasta el Lago Timsah, muchos escritores sostienen que el cruce se efectuó en alguna parte de la zona pantanosa que une a estos dos lagos. Para establecer esta hipótesis, los estudiosos exponen variados argumentos (históricos, geográficos, geológicos) que sin embargo, al ser examinados con detalle, no bastan para confirmarla. En realidad cada intento por demostrar que en tiempos de Moisés el Golfo de Suez se extendía hasta el Lago Timsah o, cuando menos, hasta el Gran Lago Amargo parece ser inconciliable con el hecho de que las inscripciones egipcias de la XII Dinastía se refieren a éste último como un “lago” no potable, de donde se deduce que varios siglos antes del Éxodo el Gran Lago Amargo tampoco formaba parte del “golfo” arábigo. Aparentemente entonces, están en lo correcto tanto los eruditos que piensan que el actual límite norte del Golfo de Suez difiere poco o nada del de los tiempos de Moisés, como los que sostienen que Israel cruzó “el mar” en las cercanías de la actual Suez. Este sitio está, en efecto, a una considerable distancia del lugar en donde le fue ordenado a Moisés detener su marcha hacia el oriente y “volver y acampar” (Ex 14,2); pero esta misma distancia era necesaria para dar tiempo de llevar al faraón la información de que los israelitas habían huído y de preparar a su ejército para alcanzarlos en una posición desde la que, humanamente hablando, no hubieran podido escapar (Ex 15,5 ss).

Es con toda razón, que el paso del Mar Rojo ha sido considerado por los hebreos como el acontecimiento más importante en su historia nacional y también como uno de los más maravillosos milagros del Todopoderoso a favor de Su Pueblo Escogido. Los esfuerzos por explicar más allá del carácter milagroso del evento han fracasado rotundamente porque ninguno de los documentos considerados por los estudiosos como incorporados en las Sagradas Escrituras y como descriptivos de este hecho histórico, lo tratan como el mero resultado de fuerzas naturales. En 1 Co 10,2, se hace referencia al paso del Mar Rojo como una prefigura del bautismo cristiano.

ROBINSON, Biblidcal Researches in Palestine, Mt. Sinai and Arabia Petræa (Boston, 1841). BRUGSCH, L’exode et les monuments égyptiens (Leipzig, 1875); BEKE, Discoveries of Sinai in Arabia and of Midian (London, 1878); DE SAINT-MARTIN, Dict. de géog. univ. (Paris, 1875-79), V, 245; BARTLETT, From Egypt to Palestine (New York, 1879); RECLUS, L’Asie antérieure (Paris, 1884); NAVILLE, The Store-City of Pithom and the Route of the Exodus (London, 1888); VIGOUROUX, La Bible et les découvertes modernes (Paris, 1896); LESÊTRE, Le passage de la mer Rouge in Revue d’apologétique pratique (Paris, 1907); MCNEILE, The Book of the Exodus (New York, 1908); TOFFTEEN, The Historic Exodus (Chicago, 1909).

FRANCIS E. GIGOT
Transcrito por WGKofron
Un agradecimiento especial a la Iglesia de Santa María, Akron, Ohio
Traducido por Eladio Megchún

Fuente: Enciclopedia Católica