La palabra griega charis está llena de significado en la Biblia. Charis se puede definir sucintamente como ” gracia “, como en “el favor inmerecido de Dios”. El término charis y el tema de la gracia impregnan el Nuevo Testamento en una variedad de formas. De las aproximadamente 150 apariciones de charis , la gran mayoría aparece en las cartas del apóstol Pablo.
Charis a veces se refiere a la cualidad y demostración práctica de una disposición favorable hacia alguien. Denota acciones inmerecidas de amor y compasión que se originan en el corazón y la voluntad del dador. En Lucas 1:30 , María halló gracia ( charis ) ante Dios. En Hechos 7:46, se dice que David “gozó del favor de Dios [ charis ]”.
En algunos casos, charis indica la gracia celestial de Dios o del Señor Jesucristo que integra a los creyentes en la familia de la fe y los llena de poder. Charis dio a los apóstoles éxito en su misión: “Con gran poder los apóstoles continuaron dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús. Y la gracia de Dios actuó tan poderosamente en todos ellos” ( Hechos 4:33 ; cf. 14:26 ). En Hechos 6:8 , charis es la gracia y el poder que fluye de Dios y llena a Esteban para realizar “grandes prodigios y señales en el pueblo”.
Quizás el uso más importante de charisen el Nuevo Testamento, expresado frecuentemente en la frase la gracia de Dios , se refiere al acto misericordioso de Dios en Jesucristo por el cual los seres humanos son salvados . Los Estudios de palabras del Nuevo Testamento griego de Wuest definen este uso específicamente del Nuevo Testamento de la gracia ( charis ) como el “acto espontáneo de Dios que vino del amor infinito en Su corazón, en el cual Él descendió de Su trono de juicio para tomar sobre Sí mismo el culpabilidad y castigo del pecado humano, satisfaciendo así Su justicia, manteniendo Su gobierno y haciendo posible el otorgamiento de la salvación al pecador que la recibe por la fe en el Señor Jesucristo, quien se hizo una ofrenda por el pecado en la Cruz” [Vol. . 21, Eerdmans, 1997, págs. 138 y 139).
Charis identifica los medios de salvación que solo Dios provee: “Porque ha aparecido la gracia de Dios que ofrece salvación a todos los hombres” ( Tito 2:11 ). La gracia salvadora de Dios incluye la justificación, la santificación y la glorificación ( Romanos 3:24 ; 2 Corintios 8:6–7 ; Hebreos 2:9 ; 4:16 ). Bernabé observó que los gentiles en Antioquía de Siria habían recibido la gracia salvadora de Dios ( Hechos 11:23 ). Más tarde, Pablo y Bernabé animaron a los cristianos de Antioquía de Pisidia a continuar en la gracia salvadora de Dios ( Hechos 13:43 ). Pablo usó el término charis cuando declaró que su misión en la vida era dar testimonio de “las buenas nuevas de la gracia de Dios” (Hechos 20:24 ). Charis también lleva la idea de fortalecer a los creyentes: “Cuídense unos a otros para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que ninguna raíz venenosa de amargura crezca para causarles problemas y corromper a muchos” ( Hebreos 12:15, NTV ; véase también Santiago 4:6 y 1 Pedro 5:5 , 10 , 12 ).
El Nuevo Testamento también emplea estas palabras griegas relacionadas: charizomai , “dar con gracia”; y carisma , “un regalo que se da con gracia”. Por ejemplo, en 1 Corintios 12:4 , 9 , 28 , 30 y31 , el término carisma ocupa un lugar destacado en la enseñanza de Pablo sobre los dones espirituales. Pablo enfatiza que los dones del Espíritu son dones de la gracia de Dios. Estos “dones de gracia” espirituales no se desarrollan a través del talento natural, sino que Dios los otorga a los creyentes. En La dinámica de los dones espirituales , William McRae define un don espiritual como “una dotación divina de una habilidad especial para servir a un miembro del cuerpo de Cristo” (Zondervan, 1976, p. 18).
La gracia ( charis ) es el don bondadoso y generoso de Dios para aquellos que creen en Él. Se demuestra a través de Sus actos de amor, misericordia, compasión, sacrificio y salvación. Charis se encarna en la persona de Jesucristo (Juan 1:14 , 17 ). La gracia de Dios manifestada en Cristo hace posible que recibamos los beneficios inmerecidos del Padre. Estos beneficios enriquecen nuestras vidas y nos unen en el cuerpo de Cristo. Charis , la bendición de Dios sobre los que no la merecen, nos da una nueva posición como hijos de Dios, miembros de Su familia eterna ( Gálatas 4:4–6 ).