La frase hosanna en las alturas aparece solo dos veces en la Biblia, una en Mateo y otra en Marcos, durante la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. La gente se amontonaba alrededor de la puerta viendo a Jesús entrar en la ciudad, y estaban celebrando y gritando: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en lo más alto!” ( Mateo 21:9, NVI ). Marcos 11:10 registra a la multitud diciendo: “¡Bendito el reino venidero de nuestro padre David! ¡Hosanna en lo más alto!” (ESV). La NVI traduce su grito como “¡Hosanna en el cielo más alto!”
La palabra hosanna proviene de una palabra hebrea que significa “salva ahora” o “sálvanos, oramos”. La primera palabra deEl Salmo 118:25 es howosiah-na , traducido “¡Sálvanos!” y el uso de esta palabra por parte de la multitud en la entrada triunfal fue significativo, especialmente cuando agitaban ramas de palma (el Salmo 118 estaba asociado con la Fiesta de los Tabernáculos ). Al decir “hosanna” cuando Jesús pasó por las puertas de Jerusalén y refiriéndose a David y al reino de David, los judíos estaban reconociendo a Jesús como su Mesías. Los judíos habían estado esperando durante mucho tiempo el cumplimiento del pacto davídico ( 2 Samuel 7 ; 1 Crónicas 17:11–14 ; 2 Crónicas 6:16 ).), y sus gritos de “hosanna en las alturas” indicaban la esperanza de que su Mesías finalmente había venido para establecer el reino de Dios allí mismo (ver Lucas 19:11 ).
Al decir “en las alturas”, la multitud invocaba la bendición del cielo sobre ellos y la salvación que traía el Mesías. La frase también hace eco del canto de los ángeles en Lucas 2:14 : “Gloria a Dios en las alturas” (ESV). Parafraseando los gritos de la multitud: “¡Sálvanos, nuestro Mesías, que viene a cumplir la misión de Dios! ¡Sálvanos, te suplicamos, mientras tomas el trono que te corresponde y nos extiendes la salvación del cielo!”
Tristemente, la salvación que el pueblo de Jerusalén quería ese día era política, no espiritual. Solo estaban interesados en un cumplimiento temporal y mundano de las profecías mesiánicas. Eligieron no ver las profecías que decían que el Mesías sería “un varón de dolores” que soportaría los dolores de Su pueblo y sería aplastado por sus pecados. Su opresión y muerte fueron claramente predichas en Isaías 53 . Sí, Jesús era el Mesías que habían estado esperando, y aceptó sus gritos de “hosanna en las alturas”. Él era verdaderamente Emanuel, Dios con nosotros ( Isaías 7:14 ). Pero la conquista política y el cumplimiento final del Pacto de David deben esperar la segunda venida ( Hechos 1:11 ; Zacarías 14:4 ; Mateo 24:30 ;Tito 2:13 ). Antes de que Jesús pudiera ocuparse de los problemas políticos de su pueblo, tuvo que ocuparse del problema del pecado.
Mientras la gente gritaba “hosanna en las alturas”, poco sabían lo que eso significaría en realidad. Jesús había venido a salvar ( Lucas 19:10 ), pero no de la manera que ellos deseaban. “Sin derramamiento de sangre no hay perdón” ( Hebreos 9:22 ). Sus gritos de salvación y su demanda de que venga “ahora” fueron respondidos con la cruz. Dios proveyó una salvación espiritual de la esclavitud del pecado, comprada a gran costo para el Señor Jesús. Pero los benditos resultados de esa salvación se extienden hasta la eternidad y superan con creces cualquier beneficio temporal que podamos experimentar en este mundo.