La presencia y obra del Espíritu Santo es un tema central en la vida y enseñanzas de Jesús. A continuación, se presentan algunos ejemplos de la relación entre Jesús y el Espíritu Santo:
1. El Espíritu Santo en el bautismo de Jesús: Cuando Jesús fue bautizado por Juan el Bautista, el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma (Mateo 3:16-17, Marcos 1:10-11, Lucas 3:21-22, Juan 1:32-34). Esto fue una señal del empoderamiento del Espíritu Santo para la obra que Jesús había venido a realizar.
2. La enseñanza de Jesús acerca del Espíritu Santo: En varias ocasiones, Jesús habló acerca del Espíritu Santo y su obra en la vida de los cristianos. En Juan 14-16, Jesús les habla a sus discípulos acerca del Consolador que enviaría el Padre, el Espíritu de verdad que les guiaría a toda verdad y les recordaría sus enseñanzas. También les habla acerca del papel del Espíritu Santo en la obra de la salvación.
3. La obra del Espíritu Santo en la vida de Jesús: El Espíritu Santo estuvo presente en la vida de Jesús y capacitó su ministerio terrenal. En Lucas 4:1, se nos dice que Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. En Lucas 4:14, se nos dice que Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea y comenzó su ministerio público. En Hechos 10:38, Pedro resume la obra de Jesús diciendo que Dios ungió a Jesús con el Espíritu Santo y poder, y que él anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo.
4. La promesa de Jesús del Espíritu Santo: Antes de su ascensión, Jesús les prometió a sus discípulos que enviaría el Espíritu Santo para capacitarlos para su obra (Hechos 1:8). Esta promesa se cumplió en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos (Hechos 2).
La presencia y obra del Espíritu Santo es un tema central en la vida y enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo descendió sobre Jesús en su bautismo, capacitó su ministerio terrenal, y Jesús enseñó acerca del papel del Espíritu Santo en la vida de los cristianos. Además, Jesús prometió enviar el Espíritu Santo para capacitar a sus discípulos para su obra.