El poder del Espíritu Santo es una realidad que se destaca en toda la Biblia. El Espíritu Santo es una fuente de poder y fortaleza para los cristianos en Jesucristo.
En Hechos 1:8, Jesús promete a sus discípulos que recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ellos, y les capacitará para ser sus testigos en todo el mundo. En Hechos 4:31, después de que los apóstoles oran por más valentía para predicar el evangelio, el lugar donde se encontraban tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la Palabra de Dios con valentía.
El poder del Espíritu Santo también se manifiesta a través de los milagros y sanidades que ocurren en el nombre de Jesús. En 1 Corintios 12:9, Pablo habla del don de la fe y en 1 Corintios 12:10, menciona la capacidad para realizar milagros y la capacidad de sanar.
El poder del Espíritu Santo también es una fuerza para la transformación de la vida. En Romanos 8:13, Pablo escribe que, si vivimos conforme a la carne, moriremos, pero si por el Espíritu hacemos morir las obras de la carne, viviremos. El Espíritu Santo nos ayuda a superar la tentación y a vivir una vida que honra a Dios.
El poder del Espíritu Santo es una fuerza vital en la vida del cristiano, que nos capacita para ser testigos de Jesús, para realizar milagros y sanidades, y para vivir una vida transformada que honra a Dios.