Ya que se usan las palabras “una nación bajo Dios “, ciertamente somos libres de hacer este compromiso. Entonces se entiende que nuestra lealtad está comprometida sólo en la medida en que no seamos forzados a desobedecer las leyes de Dios.
La Biblia nos manda a ser buenos ciudadanos del país en el que vivimos. Sabemos que Dios ha establecido el gobierno sobre todos los seres humanos, y todo cristiano debe “estar sujeto a las autoridades gubernamentales” ( Romanos 13:1 ). Esto es con el entendimiento de que nuestra primera y mayor lealtad pertenece a Dios ( Hechos 5:29 ).
Una pregunta similar implica saludar a la bandera. Algunos creen que saludar a la bandera es idolatría. Sin embargo, saludar no es en sí mismo un acto de adoración, sino simplemente una cuestión de respeto. A través de Pablo, Dios nos ordena que rindamos respeto y honra donde se merecen ( Romanos 13:1-7 ).
Saludamos a la bandera, no porque sea el símbolo de otro dios, sino porque representa la libertad y las bendiciones que el Dios Altísimo ha dado a esta nación.