En sí mismas, no hay nada de malo con las figurillas de ángeles. La forma en que uno ve una figura de ángel es lo que determina si está mal. La única razón por la que las figurillas de ángeles estarían mal es si una persona las idolatra, les reza o las adora, lo cual Dios prohíbe ( 1 Samuel 12:21 ). No adoramos ángeles ni figuras de ángeles. Solo Dios es digno de adoración ( Salmo 99: 5 ; Lucas 4: 8 ), y debemos confiar completamente solo en Él ( Salmo 9:10 ). La Biblia habla muy fuertemente en contra de las imágenes religiosas. Como resultado, los cristianos deben tener mucho cuidado de nunca permitir que una imagen, ya sea una figura de ángel, una imagen de Jesús, un nacimiento, etc., se convierta en una trampa o una distracción.
Si bien no hay nada pecaminoso en tener figurillas que representen ángeles o cualquier otra criatura, no debemos atribuirles ningún poder o influencia sobrenatural sobre nuestras vidas. Ninguna figura puede protegernos del daño, traernos buena suerte o impactarnos de ninguna manera. Tales creencias son mera superstición, que no tiene cabida en la vida de un cristiano. Relacionada con la superstición está la idolatría, y la idolatría está claramente prohibida en las Escrituras, y nadie que la practique entrará en el Reino de Dios ( Apocalipsis 21:27 ).
Además, es sabio reconocer que no sabemos cómo son los ángeles reales. Las figuritas de ángel son la idea que alguien tiene de cómo se vería un ángel .