La creación del matrimonio en el Génesis se relata en el primer libro de la Biblia, específicamente en el capítulo 2, versículos 18-25. En este pasaje, se describe cómo Dios creó a la primera pareja humana, Adán y Eva, y estableció el matrimonio como una institución divina. Aquí está el relato:
Génesis 2:18-25 (Nueva Versión Internacional):
18 Luego el Señor Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada”.
19 Entonces el Señor Dios formó de la tierra toda bestia del campo y toda ave del cielo y las trajo ante el hombre para ver qué nombre les pondría; y como el hombre llamó a cada ser viviente, así quedó su nombre.
20 El hombre puso nombre a todo ganado, a las aves del cielo y a todas las bestias del campo; pero para él no encontró una ayuda adecuada.
21 Así que el Señor Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró el lugar con carne.
22 De la costilla que el Señor Dios le había quitado al hombre, hizo una mujer y se la presentó al hombre.
23 Entonces el hombre exclamó: “Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará ‘mujer’ porque del hombre fue sacada”.
24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se funden en un solo ser.
25 Adán y su esposa vivían desnudos, pero no sentían vergüenza.
Este pasaje bíblico es fundamental en la comprensión del matrimonio cristiano, ya que establece varios principios importantes:
- Dios diseñó el matrimonio como una respuesta a la soledad del ser humano.
- Dios creó al hombre y la mujer para ser complementarios y unirse en una relación íntima y permanente.
- El matrimonio implica dejar a los padres y unirse al cónyuge, lo que establece la prioridad de la relación matrimonial.
- La relación matrimonial se caracteriza por la unidad y la intimidad, simbolizadas por la expresión “los dos se funden en un solo ser”.
- Adán y Eva vivían en armonía y sin vergüenza en su relación antes de la caída, lo que refleja el diseño original de Dios para el matrimonio.
El relato de la creación del matrimonio en el Génesis establece la base teológica para la comprensión del matrimonio cristiano como una institución divina destinada a unir a un hombre y una mujer en una relación de amor y compañerismo bajo la bendición de Dios.