La división del reino: Israel y Judá – El eterno conflicto entre Israel y los Palestinos

El eterno conflicto entre Israel y los Palestinos

Tras la muerte de Salomón, el Reino Unificado de Israel se dividió en dos entidades separadas: el Reino del Norte (Israel) y el Reino del Sur (Judá). Esta división tuvo profundas implicaciones políticas, religiosas y culturales y marcó un giro significativo en la historia bíblica.

1. Causas de la División:

  • Descontento Popular: Durante el reinado de Salomón, hubo un aumento en la carga fiscal y en el servicio laboral forzado para mantener sus grandes proyectos de construcción. Este descontento con las políticas opresivas de Salomón llevó a tensiones dentro del reino.
  • Rivalidades Tribales: Existían tensiones latentes entre las diferentes tribus. La prominencia de la tribu de Judá bajo David y Salomón llevó a resentimientos entre las tribus del norte.
  • Profecías y Oposición: Según 1 Reyes 11, el profeta Ahías predijo que el reino sería arrancado de la mano de Salomón y dado a Jeroboam debido a la idolatría de Salomón. Jeroboam, un administrador talentoso en el reino de Salomón, se convirtió en líder de la oposición.

2. La División:

  • Rebelión de Jeroboam: Tras la muerte de Salomón, su hijo Rehoboam ascendió al trono. Durante una asamblea en Siquem, el pueblo, liderado por Jeroboam, pidió alivio de los impuestos y trabajos forzados. Rehoboam rechazó estas peticiones, lo que llevó a diez de las doce tribus a proclamar a Jeroboam como su rey.
  • Establecimiento de dos reinos: Así, se formaron dos reinos distintos. El Reino del Norte, con capital en Samaria y también conocido como Israel, estaba liderado por Jeroboam. El Reino del Sur, conocido como Judá, con capital en Jerusalén, estaba bajo Rehoboam y sus descendientes.

3. Desarrollos Posteriores:

  • Religión y Culto: Para evitar que la gente del norte viajara a Jerusalén para adorar (y potencialmente realinearse con Judá), Jeroboam estableció centros de culto en Betel y Dan, introduciendo becerros de oro como símbolos de culto. Esto llevó a acusaciones de idolatría contra el Reino del Norte.
  • Conflictos y Dinastías: Mientras que el Reino de Judá mantuvo una línea dinástica continua (la Casa de David), el Reino del Norte vio una serie de dinastías y golpes de estado. Ambos reinos a menudo estaban en conflicto entre sí, aunque también enfrentaban amenazas externas, como los asirios y babilonios.
  • Caída de los Reinos: El Reino del Norte cayó ante el Imperio Asirio en 722 a.C., con la captura de Samaria y el subsiguiente exilio de sus habitantes. El Reino del Sur persistió hasta que fue conquistado por el Imperio Babilónico en 586 a.C., resultando en la destrucción del Templo de Jerusalén y el exilio babilónico.

La división del reino y los destinos divergentes de Israel y Judá son esenciales para entender los desarrollos religiosos, políticos y culturales en la narrativa bíblica y la historia antigua del Cercano Oriente.