El eterno conflicto entre Israel y los Palestinos
En Génesis 12:1-3, se presenta la llamada y promesa divina a Abraham, una figura fundamental en la tradición judeocristiana. Este pasaje es de suma importancia porque establece la relación especial entre Dios y Abraham y, por extensión, entre Dios y el pueblo que descendería de Abraham: el pueblo de Israel.
El pasaje dice:
“1 Y el Señor dijo a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”
Significado y relevancia del pasaje:
- Mandato Divino: La instrucción de Dios para que Abram (nombre original de Abraham antes de que Dios lo cambiara) dejara su hogar en Harán y se trasladara a una tierra desconocida es una prueba de fe. Abraham obedeció a pesar de las incertidumbres, demostrando una fe inquebrantable en Dios.
- Promesa de una Nación: Dios promete hacer de Abraham una “nación grande”. Esta promesa mira hacia el futuro, anticipando el nacimiento del pueblo israelita.
- Bendición Personal: Dios no solo promete bendecir a Abraham, sino que también hace de él una fuente de bendición. La grandeza y reputación de Abraham serían elevadas.
- Protección y Retribución: La promesa de que Dios bendecirá a quienes bendigan a Abraham y maldecirá a quienes lo maldigan subraya la relación especial y protectora entre Dios y Abraham.
- Bendición Universal: El versículo 3 termina con una proclamación poderosa de que “todas las familias de la tierra” serán bendecidas en Abraham. Esta promesa tiene un alcance universal, sugiriendo que la relación de Dios con Abraham tiene un propósito que va más allá de una sola nación o grupo étnico.
Este pasaje, y las promesas que contiene, se convierte en una piedra angular de la teología y narrativa bíblica. Las futuras interacciones, pactos y desarrollos en la historia del pueblo de Israel se entienden a menudo en el contexto de esta promesa inicial hecha a Abraham. Además, las tres religiones abrahámicas más grandes: judaísmo, cristianismo e islam, reconocen a Abraham como una figura fundamental en sus respectivas tradiciones.