Introducción. Abraham no era sin pecado, pero fue uno de los grandes hombres mencionados en la Biblia. Su fe es citada para nuestro ejemplo (Sant. 2, Heb. 11). Abraham es llamado “amigo de Dios” tres veces (2 Crónicas 20: 7, Isaías 41: 8).
Abraham fue un hombre de obediencia . Abraham obedeció a Dios cuando dejó su país y su parentela (Gén. 12, Heb. 11: 8-10). Mostró una gran fe en cuanto a la ofrenda de Isaac (Gén. 22, Heb. 11: 8-10). Nunca encontramos a Abraham racionalizando e intentando eludir los mandamientos de Dios.
Un hombre de prontitud y paz. Dios le dijo a Abraham: “… vete de tu tierra…”. Inmediatamente leemos: “… Abram se fue, tal como el Señor le había dicho…” (Gén. 12: 1, 4). . Los hombres destacados de la Biblia fueron siempre hombres de acción inmediata (Mateo 4: 18-22, Hechos 9: 20, 10: 33). El deseo de paz de Abraham se ve en su trato con Lot (Gén. 13: 5-12). El evangelio es el “evangelio de la paz” (Rom. 10: 15).
Abraham fue un hombre caracterizado por el desinterés y el control de su familia . Era un hombre que daba generosamente (Gén. 14: 17-24, Heb. 7: 4, 20). Muchos de nosotros vivimos para consumir y simplemente satisfacernos a nosotros mismos (Lucas 9:23). También, se dijo de Abraham, “…porque yo sé que él mandará a sus hijos ya su casa después de él…” (Gén. 18: 18, 19).
La amistad con Dios es una meta digna. Jesús dijo: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15:14). Muchos son los enemigos de Dios (Santiago 4:4). Abraham era amigo de Dios por la calidad del carácter que poseía. ¿Eres amigo de Dios? La forma de determinar la amistad con Jesús, como hemos visto, está en nuestra obediencia a los mandamientos de Dios (Juan 15:14). Preguntado de otra manera, ¿estamos obedeciendo las cosas que Jesús manda?