¿Qué puede hacer un cristiano vivo para ayudar a su ser querido que está muerto y no conocía al Señor?
No hay nada que un cristiano vivo pueda hacer hacer para ayudar a un pariente muerto a conocer al Señor. La Biblia enseña que el juicio viene después de la muerte de todos los hombres (Hebreos 9:27) y que es solo en esta vida que tenemos la oportunidad de reconciliarnos con Dios (2 Corintios 6:2). Si uno estudia la historia del hombre rico y Lázaro en Lucas 16:19-31, es claro que después de la muerte no hay oportunidad de arrepentirse del pecado. Note también Hechos 17:30, 31 y 2 Pedro 3:9 en ese sentido; ambos pasajes enseñan que los hombres deben arrepentirse mientras están en la tierra si esperan el perdón de Dios. Finalmente, 2 Tesalonicenses 1:7-9 enseña que aquellos que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio no serán salvos. Esa oportunidad solo se da en esta vida (2 Corintios 5:11).
Aquellos cuyos familiares han muerto sin conocer a Dios pueden estar seguros de que Dios será justo (Génesis 18:25), misericordioso (Salmo 89 :14), y que estos no serán castigados más de lo que merecen (Lucas 12:48). Más allá de eso, no hay nada que un vivo pueda hacer para ayudar a un pariente muerto y perdido. Incluso la oración sería inapropiada ya que Dios no desea que oremos por aquellos que han pecado hasta la muerte (1 Juan 5:16).