El rito de la crismación se realiza en la Iglesia Ortodoxa . Así como el bautismo representa la muerte y resurrección del Señor, la crismación representa la venida del Espíritu Santo sobre el individuo y de alguna manera corresponde a la confirmación en la Iglesia Católica. La crismación es vista como un sacramento , es decir, un medio para recibir la gracia divina.
En la crismación, se unge todo el cuerpo de una persona con una mezcla especial de aceites llamada santo crisma o mirra. Este rito normalmente se realiza inmediatamente después del bautismo, que en la Iglesia ortodoxa normalmente se realiza en la infancia, aunque la crismación también se puede realizar para conversos adultos.
En la Iglesia Ortodoxa, la crismación es más que una imagen de la venida del Espíritu; es el medio por el cual el Espíritu viene sobre el individuo. El sitio web de la Iglesia Ortodoxa en América describe el sacramento como aquello por lo cual “recibimos ‘el sello del don del Espíritu Santo’. . . . En la crismación, a una persona se le da el ‘poder de lo alto’ ( Hechos 1-2), don del Espíritu de Dios, para vivir la vida nueva recibida en el bautismo. Es ungido, así como Cristo el Mesías es el Ungido de Dios. Se convierte, como se atrevieron a decir los padres de la Iglesia, en un ‘cristo’ junto con Jesús. Así, por la crismación nos convertimos en un ‘cristo’, un hijo de Dios, una persona sobre la que mora el Espíritu Santo, una persona en la que el Espíritu Santo vive y actúa, siempre que lo queramos y cooperemos con su poderosa y santa inspiración. .”
La crismación podría considerarse una hermosa imagen de la venida del Espíritu Santo sobre el cristiano si la unción y el rito fueran simplemente una imagen o ilustración. Sin embargo, según la Iglesia Ortodoxa, el rito no es sólo ilustrativo o conmemorativo sino también instrumental para la llenura del Espíritu. Por lo tanto, este rito no es bíblico. La crismación no se menciona en las Escrituras, y el significado de la crismación es contrario a las Escrituras. La gracia , la bendición de Dios sobre los que no la merecen, no se puede ganar y seguir llamándose gracia ( Romanos 11:6 ). El Espíritu Santo viene sobre todos los que creen, sin importar si se realiza o no un rito específico. Asimismo, la realización de un rito no transmitirá el don del Espíritu Santo en ausencia de la fe personal.Efesios 1:13–14 dice claramente: “Habiendo creído, fuisteis marcados en él con un sello, el Espíritu Santo prometido, el cual es un depósito que garantiza nuestra herencia hasta la redención de los que son posesión de Dios, para alabanza de su gloria. .”