La Semana de la Pasión (también conocida como Semana Santa) es el tiempo desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua (Domingo de Resurrección). También se incluyen dentro de la Semana de la Pasión el Lunes Santo , el Martes Santo , el Miércoles de Espías , el Jueves Santo , el Viernes Santo y el Sábado Santo. La Semana de la Pasión se llama así por la pasión con la que Jesús voluntariamente fue a la cruz para pagar por los pecados de su pueblo. La Semana de la Pasión se describe en los capítulos 21-27 de Mateo; Marcos capítulos 11-15; Lucas capítulos 19-23; y Juan capítulos 12-19. La Semana de la Pasión comienza con la entrada triunfal el Domingo de Ramos a lomos de un pollino como está profetizado en Zacarías 9:9 .
La Semana de la Pasión contenía varios eventos memorables. Jesús limpió el Templo por segunda vez ( Lucas 19:45-46 ), luego disputó con los fariseos acerca de Su autoridad. Luego pronunció Su Discurso del Monte de los Olivos sobre los últimos tiempos y enseñó muchas cosas, incluidas las señales de Su segunda venida. Jesús comió Su Última Cena con Sus discípulos en el aposento alto ( Lucas 22:7-38 ), luego fue al jardín de Getsemaní a orar mientras esperaba que llegara Su hora. Fue aquí donde Jesús, habiendo sido traicionado por Judas, fue arrestado y llevado a varios juicios falsos ante los principales sacerdotes, Poncio Pilato y Herodes ( Lucas 22:54-23:25 ).
Después de los juicios, Jesús fue azotado a manos de los soldados romanos, luego fue obligado a llevar Su propio instrumento de ejecución (la Cruz) por las calles de Jerusalén a lo largo de lo que se conoce como la Vía Dolorosa (camino de los dolores). Luego, Jesús fue crucificado en el Gólgota el día antes del sábado, fue sepultado y permaneció en la tumba hasta el domingo, el día después del sábado, y luego resucitó gloriosamente.
Se le conoce como la Semana de la Pasión porque en ese momento, Jesucristo verdaderamente reveló Su pasión por nosotros en el sufrimiento que voluntariamente pasó por nosotros. ¿Cuál debe ser nuestra actitud durante la Semana Santa? ¡Debemos ser apasionados en nuestra adoración a Jesús y en nuestra proclamación de Su Evangelio! Así como Él sufrió por nosotros, nosotros debemos estar dispuestos a sufrir por la causa de seguirlo y proclamar el mensaje de Su muerte y resurrección.