Relatos de exorcismos y confrontaciones con demonios en los Evangelios – Demonología

Demonología

Los Evangelios del Nuevo Testamento contienen varios relatos de exorcismos y confrontaciones con demonios, que destacan la autoridad de Jesús sobre las fuerzas del mal. Estos son algunos de los más significativos:

1. El Endemoniado Gadareno (Mateo 8:28-34; Marcos 5:1-20; Lucas 8:26-39): Jesús se encuentra con un hombre poseído por una legión de demonios en la región de los gadarenos. Los demonios reconocen a Jesús como el Hijo de Dios y le suplican no ser torturados. Jesús les permite entrar en una manada de cerdos, que luego se precipita al lago y se ahoga.
2. El Hombre en la Sinagoga de Capernaúm (Marcos 1:23-26; Lucas 4:33-36): Durante un servicio en la sinagoga, Jesús se encuentra con un hombre poseído por un espíritu impuro. Jesús reprende al demonio y lo expulsa, dejando asombrada a la multitud por su autoridad.
3. La Curación del Niño Poseído (Mateo 17:14-21; Marcos 9:14-29; Lucas 9:37-43): Un hombre lleva a su hijo, quien sufre convulsiones y es incapaz de hablar debido a un espíritu maligno, a Jesús. Jesús reprende al demonio, lo expulsa, y el niño es curado.
4. La Expulsión de los Siete Demonios de María Magdalena (Lucas 8:2): Aunque no se describe el exorcismo en sí, se menciona que Jesús había expulsado siete demonios de María Magdalena, quien se convierte en una seguidora devota.
5. La Mujer Cananea (Mateo 15:21-28; Marcos 7:24-30): Una mujer no judía se acerca a Jesús pidiendo que cure a su hija, quien está “gravemente atormentada por un demonio”. Jesús alaba su fe y la niña es sanada a distancia.
6. El Hombre Mudo Poseído (Mateo 9:32-34; 12:22-24; Lucas 11:14): Jesús sana a un hombre poseído por un demonio que le impedía hablar. Este milagro provoca un debate entre los testigos sobre la fuente del poder de Jesús.
7. Los Discípulos Incapaces de Expulsar un Demonio (Mateo 17:14-20; Marcos 9:28-29; Lucas 9:37-43): En un episodio, los discípulos intentan, sin éxito, expulsar un demonio de un niño. Jesús reprende su falta de fe antes de realizar él mismo el exorcismo.

Estos relatos demuestran la autoridad y el poder de Jesús sobre los demonios y reflejan aspectos importantes de su ministerio y enseñanzas, como la compasión, la autoridad espiritual y la importancia de la fe.