“Oh Dios amoroso y fiel, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, me acerco a Ti con gratitud por la bendición de mi matrimonio y con el deseo profundo de consolidarlo y fortalecerlo. Reconozco que Tú eres el fundamento de todas las relaciones y que has diseñado el matrimonio como una unión sagrada.
En Mateo 19:6, Jesús nos enseñó sobre la importancia del matrimonio: ‘Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre’. Te pido, Señor, que fortalezcas nuestra unión y que nos ayudes a ser una sola carne en pensamiento, palabra y acción.
En 1 Corintios 13:4-7, se nos presenta el amor como la base del matrimonio: ‘El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta’. Te pedimos, Señor, que nos llenes de tu amor y que nos ayudes a amarnos mutuamente de esta manera.
También recordamos las palabras de Efesios 5:25-28, que nos instruyen sobre el papel del esposo: ‘Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres, como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama’.
Padre celestial, te pedimos que nos ayudes a seguir el ejemplo de Cristo en nuestro matrimonio, a amarnos y respetarnos mutuamente, y a buscar tu voluntad en todo lo que hacemos como pareja. Ayúdanos a superar los desafíos y a mantener nuestra unión fuerte.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, confiamos en tu poder y gracia para consolidar nuestro matrimonio y hacerlo cada vez más fuerte. Amén.”