“Amado Padre celestial, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, me acerco a Ti con un corazón lleno de amor y preocupación por la salud y el bienestar de mis queridos hijos [nombres de los hijos]. Reconozco que Tú eres el Dios de toda sanidad y que en tu amor y cuidado encontramos refugio y fortaleza.
En Salmo 103:2-3, encontramos tu promesa de sanidad: ‘Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias’. Te ruego, Señor, que extiendas tu mano sanadora sobre mis hijos y los restaures a la salud completa.
En Jeremías 30:17, nos aseguras que sanarás las heridas y restaurarás la salud: ‘Porque yo te devolveré la salud, y sanaré de tus llagas, dice Jehová’. Te pido, Dios amoroso, que cures cualquier enfermedad o aflicción que puedan estar enfrentando mis hijos, física o espiritualmente.
En Jeremías 17:14, encontramos una oración por la sanidad: ‘Sáname, Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza’. Te pido, Señor, que escuches mi oración y restaures la salud y el bienestar de mis hijos, para que puedan vivir una vida plena y feliz.
Padre celestial, te encomiendo a mis hijos y te pido que los protejas, los guíes y los bendigas con una salud óptima. Ayúdalos a crecer en cuerpo, mente y espíritu.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, confío en tu poder para sanar y en tus promesas de cuidado y provisión. Amén.”