Introducción . Como sabes, Dios creó todas las cosas que son creadas (Gén. 1-2). Dios no simplemente estableció ciertas leyes y permitió que la evolución produjera su efecto (ver Gén. 1: 1-31). En el caso de Adán y Eva, instantáneamente fueron creados como seres completamente desarrollados (Gén. 1: 26-31, 2: 18-25).
La perfección y el amor de Dios se ven con respecto a Adán y Eva.. Dios creó al hombre a su propia imagen (Gén. 1: 26). El hombre disfruta de un estatus por encima de toda creación inferior (Gén. 2: 8). El jardín era un paraíso de belleza y oportunidades espirituales únicas (Gén. 2-3). El amor y la perfección de Dios se pueden observar en su interés por el bienestar de las necesidades sociales de Adán (Gén. 2: 18 ss.). Dios no creó a Adán y Eva como robots, sino que además del árbol de la vida estaba el árbol del conocimiento del bien y del mal (Gén. 2: 9, 17).
Se ve la severidad de Dios con respecto a los primeros padres. Adán y Eva no estaban libres de restricciones. Dios dijo: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás…” (Gén. 2: 17). Seguimos leyendo, “porque el día que de él comieres”, explicó Dios, “ciertamente morirás” (Gén. 2: 17). El mandato fue tal que Adán y Eva podían ejecutarlo y el castigo adjunto estaba claramente establecido. Sin embargo, Adán y Eva eligen violar el mandato de Dios (el pecado es anarquía, 1 Juan 3:4). Dios los expulsó del jardín y les impidió regresar (Gén. 3).
Conclusión . Amados, las verdades vistas acerca de Adán y Eva continúan. Dios nos ama y ha provisto abundantemente para nosotros (Juan 10:10). Dios también requiere obediencia hoy (Rom. 11: 22, Heb. 5: 8-9) y nos ha dado leyes y mandamientos que podemos obedecer.