Introducción . La caída de Eva está registrada en Génesis 3. Mucho se ha dicho y escrito sobre la caída de Eva, con justificación. Analicemos la partida de Eva de Dios dividiendo el proceso en pasos.
Eva escuchó y miró . El primer error de Eva fue permitir que el “diablo” hablara con ella, especialmente cuando se hizo evidente que lo que dijo se oponía a Dios (vss. 1-5). Eva no solo escuchó, sino que miró el fruto prohibido (v. 6).
Eva deseó y pecó. Como resultado del estímulo verbal y la mirada, Eva deseaba (v. 6). La gradación es obvia. Además, las tres avenidas de tentación están presentes (los deseos de la carne, los ojos y la vanagloria de la vida, 1 Juan 2:16). El anzuelo, si os parece, está puesto (Santiago 1: 13, 14). Eva incuestionablemente pecó cuando “comió”, porque quebrantó el mandamiento de Dios (Gén. 2: 17, 1 Juan 3: 4).
Eva tentó a Adán y trató de esconderse . Eva no se contentó con violar la ley de Dios ella misma, tentó a Adán (vs. 6). Entonces Eva era tan tonta y llena de culpa que pensó que podía esconderse de Dios (en lugar de arrepentirse, vss. 8-11). El paso número siete se ve cuando Eva culpa al diablo, ¡ella no está dispuesta a confesar su propio pecado!
Aplicación para hoy. Amados, los siete pasos de la caída de Eva se juegan cada día en la vida de muchas personas. La gente escucha al diablo, mira lo que ofrece, desea, comete el acto manifiesto, desvía a otros y trata de esconderse de Dios. Gran parte del problema de las drogas es simplemente gente que trata de esconderse de Dios. El pecado de Adán y Eva tuvo muchas consecuencias y, ¡ay!, se abrió la puerta de la oportunidad para el pecado (Gén. 3; Rom. 5: 14-21). Sin embargo, lo que se perdió a través de Adán y Eva se ha recuperado a través de la obediencia y el sacrificio del Hijo de Dios (Rom. 5: 19-21). Miremos a Jesús como nuestro ejemplo, no a Adán y Eva (1 Pedro 2:21).