La autoridad para el bautismo – Estudio Bíblico

Una forma de determinar la importancia de cualquier acto o doctrina es mediante la fuente de autoridad para ello. Después de la resurrección de Jesús, les dio a los apóstoles la Gran Comisión. Él dijo: “Por tanto, vayan y hagan discípulos [o enseñen] a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). El mandamiento vino del Señor Jesús y debía hacerse en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

La expresión “en nombre de…” generalmente significa “por la autoridad de…” Cuando un policía arresta a un criminal “en nombre de la ley”, quiere decir “por la autoridad de la ley”. El acto del bautismo fue autorizado por el Padre celestial, el Señor Jesús y el Espíritu Santo. No puede haber una autoridad más alta que esta.

En Hechos 2:38, Pedro ordenó el bautismo “en el nombre de Jesucristo”. Ya que Dios ha delegado toda la autoridad a Jesús durante esta era (Mat. 28:18), no sería necesario repetir cada vez el nombre del Padre y del Espíritu Santo, porque hacerlo en el nombre de Jesús sería hacer por la autoridad de los tres.