No hay verdad en la Biblia más importante que la del regreso de nuestro Señor a la tierra. Su primera venida fue para obtener la salvación del hombre. La Segunda Venida será para recibir a aquellos que mediante la fe y la obediencia hayan obtenido esa salvación (Heb. 9:28).
La importancia de esta doctrina se ve en la atención y el énfasis que se le da a la Segunda Venida en la Palabra de Dios. Un hombre ha estimado que una quinta parte de todo el Nuevo Testamento está directamente relacionado con el regreso del Señor. Cuatro de las parábolas de Jesús enseñan al respecto. Una ilustración de este énfasis se encuentra en la Primera carta de Tesalónica. Pablo concluye cada capítulo con una referencia al regreso del Señor (1 Tes. 1:10; 2:19; 3:13; 4: 15-18; 5:23). Pablo se refirió a él con tanta frecuencia que llegaron a la conclusión de que la Segunda Venida era inmediata. Escribió 2 Tesalonicenses para corregir este punto de vista.
No se puede leer el Nuevo Testamento sin sentir el lugar vital que ocupaba esta doctrina en el pensamiento de la iglesia primitiva.