Introducción. El versículo dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16 es probablemente citado, memorizado y mencionado más que cualquier otro versículo.
Juan 3:16 es maravilloso por quién amó y cuánto amó. El Dios eterno (Deut. 33:27), inmutable (Heb. 6:17-18). Dios omnisciente (Job 34:21), omnipresente (Salmo 139) y santo (Lev. 11:44) es el que ama. “De tal manera amó Dios…” ¿Se está transmitiendo la manera o el grado? Un traductor lo ha traducido, “de esta manera y en un grado tan asombroso”. El “amor” es amor agapao: desinteresado y que busca lo mejor para los seres amados. ¿Cuánto amaba? “…que dio a su Hijo unigénito…
Juan 3:16 es maravilloso por los que amaba y por cuantos amaba. “De tal manera amó Dios al mundo”. El mundo era totalmente indigno (aún lo es). El hombre es depravado, egoísta e ingrato (cf. Gn 6, 5; Rom 3, 10, 23). No obstante, tanto amó Dios al mundo. Note el “cualquiera”. Dios no restringe a nadie que “quiere” (7:17. Apocalipsis 22:17).
Juan 3:16 es maravilloso por el propósito negativo de la expresión, el propósito positivo y la condición sobre la cual el hombre puede disfrutar los beneficios del amor de Dios. El elemento negativo es, “no debe perecer”. Lo positivo es. “mas ten vida eterna”. Ahora, observe la condición, “todo aquel que en él cree”. La fe salvadora es siempre activa y obediente (Santiago 2:24, Hebreos 5:8, 9). El “cree” mencionado está en tiempo presente (The Analytical Greek Lexicon, pág. 326). Lo que significa que la creencia continúa. Esta persona creyente y obediente “no debe perecer (el griego también puede traducirse “no puede” o “no debe”). Si deja de creer, perecerá (Hebreos 3:12-15).