La Biblia es un manual para cualquiera que desee ser un hombre o una mujer piadosos. Dios creó al hombre y a la mujer a Su propia imagen ( Génesis 1:27 ), y parte de ser a Su imagen es que debemos reflejar Su carácter. Sin embargo, el pecado estropeó esa imagen en nosotros y distorsionó ese carácter ( Romanos 5:12 ). La elección de Dios de Abraham para ser el padre de una nueva nación ( Génesis 17:5–8 ) se hizo, en parte, para establecer un grupo de personas a través del cual Él pudiera ver reflejado su carácter una vez más ( Levítico 26:11–12 ). Reflejar el corazón, la sabiduría y la naturaleza de Dios es la meta de todos los que buscan ser un hombre o una mujer piadosos.
El primer paso para convertirse en un hombre piadoso es rendirse al señorío de Jesucristo (Juan 14:6 ). Cualquiera puede aprender reglas, seguir leyes y juzgarse a sí mismo con dureza. Muchas religiones falsas requieren eso de sus súbditos. Pero no podemos volvernos piadosos sin que el Espíritu Santo nos dé poder para hacerlo ( Hechos 1:8 ). La piedad es más que comportamientos externos; es la continua búsqueda del corazón de Dios ( Isaías 55:6–7 ). El término piadoso se refiere a tener una devoción interna por Dios que se muestra externamente. Entonces, un hombre piadoso es aquel que ha recibido el sacrificio de Jesús en la cruz como pago por su propio pecado y ha aceptado la justicia comprada para él allí ( 2 Corintios 5:21 ). Por la fe en la muerte y resurrección de Cristo, el hombre piadoso ha declarado a Jesús el Señor de su vida, y su corazón está dispuesto a obedecer (Romanos 10:9–10 ).
Con el Espíritu de Dios dentro de él ( 1 Corintios 6:19–20 ), el hombre piadoso puede entender las cosas profundas del Espíritu ( 1 Corintios 2:9–10 ). Empieza a ver la vida de otra manera. La vida ya no se trata de complacerse a sí mismo sino de complacer a su Señor ( Romanos 13:12–14 ; Hebreos 12:28 ). El hombre piadoso sabe que todavía tropezará en su lucha por la santidad ( Santiago 3:2 ), pero su meta es ser santo como su Señor es santo ( 1 Pedro 1:16 ).). Aprende temprano que sus intentos carnales de santidad solo resultan en orgullo y fracaso. El hombre piadoso aprende que, a medida que entrega su voluntad al Espíritu Santo y confía en Él para que le dé fuerza para vencer la tentación, puede resistir más tentaciones y lograr metas eternas más grandes de lo que nunca pensó posible ( Filipenses 4:13 ).
Un hombre piadoso es aquel que ha muerto a su carne ( Gálatas 5:24 ). Esto no significa que ya no enfrente la tentación. Significa que, cuando es tentado , la decisión de ceder ya está tomada. Confía en el poder del Espíritu Santo para que le ayude a decir “no” a su carne y “sí” al Espíritu ( 1 Corintios 10:13 ; Gálatas 5:16 ).). A medida que se opone regularmente al pecado, descubre que su espíritu se fortalece y la tentación se vuelve más fácil de resistir ( Hebreos 10:23 ).
El hombre piadoso:
• se arrepiente cuando peca ( 1 Juan 1:9 )
• se considera muerto al pecado pero vivo para Dios ( Romanos 6:1–4 , 11 )
• busca permanecer humilde en lugar de exaltarse a sí mismo ( Proverbios 27:2 ) )
• es un siervo en lugar de exigir que le sirvan ( Marcos 10:45 )
• predica con el ejemplo ( 1 Timoteo 4:12 )
• (si está casado) ama a su esposa como Cristo ama a la iglesia ( Efesios 5:25 )
• vive en pureza sexual, honrando a Dios con su cuerpo ( 1 Corintios 6:18 ; Romanos 12:1–2 )
• busca estar continuamente lleno del Espíritu Santo ( Efesios 5:18 ; Hechos 13:52 ; Gálatas 5:25 ) )
• desea agradar al Señor más que a sí mismo ( 2 Corintios 5:9 )
• da fruto para el reino de Dios ( Juan 15:5–8 )
Un hombre piadoso no es un hombre perfecto. Nunca alcanzaremos la perfección hasta que estemos en la presencia física de Jesús ( 1 Corintios 13:12 ; 1 Juan 3:2). Pero el hombre piadoso acepta su hombría y sabe que Jesús, no el mundo, ha establecido el estándar de lo que significa ser un verdadero hombre. Así que se esfuerza diariamente por modelar su vida según la de Jesús. Él no excusa los pecados y las debilidades que encuentra en sí mismo, sino que continuamente entrega esas áreas a Dios y le pide Su ayuda para vencerlas ( Romanos 6:11–14 ). Independientemente de la apariencia física, el estatus social o la posición económica, cualquier hombre puede ser piadoso si ama a Dios con todo su corazón y busca obedecerle en cada área de su vida ( Lucas 10:27 ; Gálatas 2:20 ).